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PISCIS, EL PEZ
Del 20 de febrero al 20 de marzo
Elemento: Agua
Cualidad: Mutable
Polaridad: Femenina (Yin)
Planeta regente: Neptuno
Casa: 12
Metal: Estaño.
Piedra: Amatista, crisoleta, topacio
Color: Verde mar, azul, violeta
Constelación: Piscis
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Oh, criatura de frente pura y despejada ¡con ojos de ensoñación y
asombro!
Aunque huya fugaz el tiempo, y tú y yo estemos media vida separados,
tu radiante sonrisa saludará sin duda
el presente de amor de un bello cuento de hadas.
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COMO RECONOCER A PISCIS
¡Calladita, mi amiga, en la falda de Alicia!
Mientras empieza el banquete, dormiremos la siesta; cuando el
banquete termine, nos iremos al baile,
la Reina Roja, y la Blanca, y Alicia y su donaire.
Llenar después los vasos de tinta y de azahar o de cualquier otra
cosa, grata de tomar.
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Si te aconteciera ver a un Piscis de cajero en un banco, o de
presidente, incluso, te encontrarías frente a un ejemplar muy raro. Son
muy pocos los de este signo que pueden aguantar verse confinados durante
largo tiempo en un solo lugar. Tendrás mas suerte si los buscas en una
sesión de espiritismo, o visitando una galería de arte, aunque también
es posible en un convento o monasterio, lo mismo que si te vas a un
concierto o acudes a ver el espectáculo de algún night-club. También
podrías probar en una Sociedad de Escritores, darte una vueltecita por
un teatro, entre bambalinas, cuando acaba la función o conseguir que te
inviten a tomar el sol en algún yate.
Lo más probable es que de cualquiera de esas corrientes salgas con una
pesca bastante buena. Cuanto más creativo y artístico, más ocioso y
esotérico sea el ambiente, mas peces encontrarás. Sacarás la red llena
de ejemplares coloridos y resplandecientes, si la echas en un cóctel o
en un baile de gala. Hasta puede ser que pesques un par de truchas, o
alguna especie exótica, como la princesa Lee Radziwill.
La gente de Neptuno tiene pocas ambiciones mundanas. A la mayoría de
ellos les importa un comino el rango, el poder o el liderazgo, y tampoco
la riqueza les atrae demasiado. Pocas personas de este signo habrá que
lleguen a hacer dinero, como no lo obtengan por herencia o por
matrimonio. Claro que eso no quiere decir que tengan nada en contra de
él; aceptarán mas conciencia que la mayor parte de nosotros de sus
cualidades temporales.
Sea quien fuere el que dijo que no le interesaba ser millonario, sino
vivir como si lo fuera, reflejaba con toda exactitud la filosofía de
Piscis. En el corazón típico de Neptuno no hay cabida para la codicia;
le caracteriza una falta de intensidad, casi una despreocupación sobre
el mañana, acompañada de un conocimiento intuitivo del ayer y una
placida tolerancia de hoy. Para los peces, sean reales o humanos, nunca
es fácil luchar contra la corriente. Lo mas común y lo que exige menos
esfuerzo, es seguirla dondequiera que les lleve. Pero nadar contra la
corriente es el desafío que tiene que afrontar Piscis, y la única manera
que tiene de encontrar alguna vez paz y felicidad auténticas. Para los
que nacieron bajo este signo solar, seguir el camino fácil es una
trampa, un cebo apetecible que les seduce, pero que esconde el peligroso
anzuelo: una vida desperdiciada.
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El Pez te dejará impresionado con su naturaleza ociosa y el encanto de
sus modales. La mayoría de las restricciones lo dejan indiferente, si no
le privan de su libertad de soñar y de ir buscando su camino en la
vida. Más indiferente se queda aún ante los insultos, las
recriminaciones y las coléricas opiniones de otra gente. Dile a Piscis
que la sociedad está en decadencia, que el gobierno se viene abajo, que
la contaminación nos llevará a todos a la tumba y que el mundo no tiene
remedio, y bostezará o te mirará con una sonrisa encantadora o tal vez
parezca vagamente apenado. Son muy pocas las cosas que le mueven a una
acción o a una reacción violenta. Claro que el Pez no es totalmente
apático; también tiene su genio. Cuando por fin se exaspera, puede ser
mordaz y sarcástico, y demostrar que es rápido y cáustico de lengua. Los
neptunianos pueden azotar furiosamente con la cola y desparramar
torrentes de irritación y de nervios, pero los nativos típicos del signo
seguirán normalmente la vía de menor resistencia, y las frescas aguas
de Neptuno diluirán continuamente su ira. Irritar al Pez hasta conseguir
que pierda los estribos es como arrojar un guijarro en el transparente
espejo de un lago. Se producirán algunas ondulaciones, pero la
superficie no tardará en volver a la calma.
Cuando conozcas gente de Piscis, fíjate primero en los pies. Serán
notablemente grandes (sobre todo en los hombres) o bien enormes y
proyectados hacia afuera como los de una lavandera fatigada. También las
manos de Piscis pueden ser menudas, frágiles y exquisitamente
moldeadas, o si no, huesudas y grandes como jamones, como si estuvieran
hechas para empuñar el arado. La piel es de una suavidad de seda, el
pelo fino, con frecuencia ondulado y por lo común claro (aunque también
hay bastantes Peces castaños). Ojos líquidos, de parpados pesados,
llenos de luces extrañas. Frecuentemente, aunque no siempre, serán un
poco salientes y bulbosos, ojos que se imponen. Hay algunos que tienen
ojos bellos, simplemente; no hay otra palabra para describirlos. Los
rasgos son elásticos y móviles, y en ellos los hoyuelos predominan sobre
las arrugas. Los Piscis no suelen ser altos, son a veces de cuerpo un
tanto desgarbado, hecho que queda oculto por su gracia extraordinaria.
Dan la impresión de que flotan en lugar de caminar, como si nadaran a
través de la habitación o por la calle. Y a veces realmente es así.
Puede ser que adore el agua helada, que se tome diez tazas de te o de
café por día, que se muera por las gaseosas o que suspire por algo mas
fuerte. Como pasa con los de Escorpio y los de Cáncer, para los nativos
de Piscis es prudente no acercarse siquiera al alcohol. Son muy pocos
los neptunianos que pueden tomar un cóctel en una fiesta, y quedarse
ahí. Algunos hay, claro; pero son demasiados los que encuentran en el
licor una seductora solución para sus problemas, algo que les arrulla
gratamente con una falsa sensación de seguridad... pero es un arrullo
peligroso. Claro que no todos los Peces que se beben un coñac con el
café terminan en el alcoholismo, pero el porcentaje es más alto de lo
que debería.
El Pez nació con el deseo de ver el mundo a través de cristales de color
rosado. Bien conoce él el lado malo de la humanidad, pero prefiere
vivir en su propio mundo sereno y acuoso, donde todo es hermoso y todas
las acciones nobles. Si la realidad le resulta demasiado terrible de
afrontar, es frecuente que huya a refugiarse en rosadas ensoñaciones con
cimientos de plumas, y ni la mas remota posibilidad de realizarse.
Cuando la vida lo lanza a chapotear, con una verdadera panzada, en las
aguas estancadas del fracaso y de la desesperación. en vez de salir de
un salto de ese peligroso fango, el Pez se inclina mas bien a esconderse
tras las ilusiones de color verde pálido que le impiden tomar
decisiones prácticas. Al verse rechazado, Piscis tiende excesivamente a
afrontar la fealdad del fracaso insistiendo en sus falsas esperanzas,
cuando un decidido cambio de rumbo o una actitud nueva y enérgica
podrían llevarle a un éxito real y no imaginario.
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No todos los nacidos en marzo caen en la típica trampa de Neptuno, pero
si los suficientes como para que la advertencia sea necesaria. El
escritor Piscis puede ceder a la tentación de holgazanear durante años
en los bares, con el pretexto de estar reuniendo material, cuando en
realidad lo que hace es juntar musgo y cuentas sin pagar. El artista
Piscis que no consigue el mecenas que buscaba puede dedicarse a pasear
día tras día por el parque, diciéndose que está estudiando la naturaleza
para pintar el fondo de su obra maestra, mientras en el estudio los
pinceles se le llenan de polvo. ¿Donde está el ángel que le respaldará
cuando las tejas reflejen su gloria? La mujer Piscis, librada a si
misma, con un ingreso fijo que le alcance para tener un techo sobre la
cabeza y un paquete de algas en el armario, tendrá tendencia a pasarse
horas soñando, recordando con ternura el ayer, esperando nebulosamente
el mañana y perdiéndose el radiante sol de hoy. El actor, el compositor,
el músico... tú mismo puedes imaginarte la historia.
Tal vez hayas leído en alguna parte que el símbolo de Piscis, los dos
peces que nadan en direcciones opuestas, indica que el neptuniano se
encuentra desgarrado por la dualidad de sus deseos, pero no es así. La
dualidad de sus deseos es característica de Géminis. Los dos peces en
direcciones opuestas simbolizan la opción que se le ofrece a Piscis: la
de nadar hacia arriba, o la de nadar hacia abajo, sin jamás alcanzar sus
metas. Piscis debe aprender que de alguna manera debe servir a la
humanidad, y evitar las posesiones mundanas. Einstein, uno de los Peces
que remontaron la corriente, dio forma a todo un mundo nuevo del tiempo
relativo. Los Peces que nadan con la corriente sirven lavando platos o
paleando nieve. Siempre hay una elección posible, porque jamás falta
algún talento excepcional, pero el Pez -cuyos ojos ven claramente hacia
ambos lados- a veces tiene dificultades para ver hacia adelante. Es
habitual que Piscis se retraiga, ya sea a las alturas sublimes de una
sacrificada vida profesional, o buscando refugio en estimulantes,
emociones artificiales y falsa excitación.
Aunque Piscis retrocede ante la competencia, el impulso de Neptuno es
tan fuerte que atrae a muchos de ellos, a los tímidos incluso, hacia el
brillo de las candilejas, donde pueden echar mano de su fabuloso don
interpretativo para proyectar múltiples emociones. Pese a su natural
timidez, es frecuente que se conviertan en los mejores intérpretes de la
profesión teatral, pero solamente si combaten el disgusto que les
provoca el duro esfuerzo de repetidos ensayos y el aburrimiento de los
monótonos -pero necesarios- años de experiencia. A veces, la crueldad de
los críticos deja tales cicatrices en su ánimo sensible que no es raro
que un Barrymore o una Bernhardt en potencia se retiren cuando estaban
ya al borde de la fama. La memorización no suele ser problema; la
memoria del pez es legendaria, aunque si es desfavorable la influencia
de la Luna o de Mercurio, son capaces de olvidarse hasta de su propio
número de teléfono.
Para todos los Piscis, desde el pescador del embarcadero hasta la
enfermera del hospital de niños, la vida es un enorme escenario. Para el
ojo reflexivo del Pez, toda la escena es evasiva y huidiza; como lo
saben, los neptunianos aceptan la mayor parte de las tormentas con
tranquilo equilibrio. El abatimiento, sin embargo, amenaza siempre con
invadirles e inundarles de sueños extraños u horripilantes pesadillas
que más de una vez son premonitorias. Cuando Piscis tiene la sensación
de que va a suceder algo, generalmente sucede. Si uno de ellos te dice
que no viajes en ese avión o en ese coche, mas vale que te hagas a la
idea de ir nadando o caminando.
Cuando hablan de un alma vieja, los astrólogos se refieren a una que ha
pasado por muchas vidas y ha retenido la sabiduría de cada una de ellas.
Muchas veces se refieren a algún Piscis, porque una vida en este signo
puede tanto la más difícil de las obligaciones que pueda elegir un alma
como una ocasión de alcanzar la realización perfecta. En tanto que Aries
representa el nacimiento en el zodiaco, Piscis representa la muerte y
la eternidad. El Pez es el duodécimo signo, compuesto de todo lo que ha
sucedido antes, y su naturaleza es una mezcla de todos los otros signos,
es decir, algo bastante difícil de hacerle frente. Su sorprendente
capacidad de organización y de concentrarse en los detalles, que
ocasionalmente aflora, lo mismo que su gentileza, refleja el íntimo
conocimiento de las lecciones de Virgo. Su juicio es tan equilibrado y
desinteresado como el de Libra, al igual que su amor por el placer.
Piscis tiene el chiflado sentido del humor de Cáncer, y también su
simpatía y esporádicos malhumores. A veces está lleno de franqueza
directa y de la generosidad de Sagitario, puede ser tan amante de la
diversión y extrovertido como Leo, sin mengua de la consagración al
deber de Capricornio, de quien también tiene la envidia de las
distinciones sociales. Es posible que no les falte un toque de
melancolía saturnina, y tal vez algo más que un toque. El Pez puede ser
tan caprichoso como los hijos de la Luna y tan feliz como el león. Le
gusta burlarse y analizar en el estilo de Acuario, y rebosa muchas veces
el idealismo y entusiasmo, como Aries, aunque por lo común sin el
entusiasmo marciano. Una persona de Piscis puede moverse con la rapidez
de Géminis e igualmente hablar y pensar con la misma celeridad. Tiene el
lucido ingenio de Mercurio y la delicada gracia de Venus, combinados
con la mística penetración de Escorpio, pero sin su condición
despiadada.
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Piscis lleva en su interior la afición discutidora de todos los signos
de aire, amor de la naturaleza de los signos de tierra y las llameantes
aspiraciones de todos los signos de fuego. Pero no es signo cardinal ni
fijo. El Pez es mutable siempre y, en este aspecto, puro y no diluido.
La única y peculiar cualidad que tiene origen en el interior de su
propio signo es su extraño poder de salirse de sí mismo y ver el ayer,
el hoy y el mañana como una unidad. Debe a otros signos su amor a la
música y al arte, lo mismo que el extraordinario desarrollo de sus
sentidos y su versatilidad, pero su profunda sabiduría y su compasión le
pertenecen solamente a él, que los va entresacando del conocimiento
combinado de todas las experiencias humanas. Ahora que entiendes todo
esto, ¿sigues maravillándote de que tus amigos Piscis sean a veces un
poquito enigmáticos, por no hablar de las ocasiones en que son
simplemente más locos que una cabra?
Son gente que tiende a pensar que puede vivir eternamente, y es
frecuente que actúen como si lo creyeran con fervor. El Pez no se
caracteriza por lo bien que se cuida. Lo mas fácil es que gaste la mayor
parte de su energía sobrante (que no tiene en exceso) ayudando a los
familiares que tienen problemas o asumiendo las cargas de sus amigos. Es
posible que tenga dificultades emocionales o económicas, y cualquiera
de ellas puede tener graves efectos sobre la salud de Piscis, que en
general no es muy buena, para empezar. El Pez debe ahorrar sus energías y
no dejarse sucumbir a los estimulantes o sedantes, a la fatiga o a la
presión de emergencias ajenas. De bebés son muy débiles y apenas si un
poco mas robustos cuando niños (salvo que tengan alguna fuerte
influencia marciana en su carta natal); aparentemente tienen el
metabolismo lento, y a eso se debe que con frecuencia se despierten
todavía soñolientos e indiferentes. Los malos hábitos alimenticios
pueden provocarles problemas con el hígado y los intestinos, y
perturbaciones digestivas. También son comunes los accidentes -o alguna
anormalidad- en los pies, manos y caderas, e igualmente los resfriados,
la gripe y la neumonía. Los pulmones no son fuertes, y los nacidos en
marzo pueden tener débiles los tobillos y los dedos de los pies. Son
gente que sufre de pies planos y de lesiones en el metatarso, o bien que
tiene unos pies estupendamente flexibles y fuertes, sin que haya
termino medio. Sin embargo, tienen gran resistencia interior, y uno de
los desafíos de Neptuno es el descubrimiento y el aprovechamiento de
esta fuerza latente. La gente de Piscis puede conseguir o superar, auto
hipnotizándose, todo lo que se proponga, incluso su miedo a los gatos,
los ratones, las alturas, el metro, los ascensores y la gente.
El humor es una de sus armas secretas. Los Piscis esconden bajo una
sonrisa crispada las lágrimas que no vierten. Son maestros de la sátira y
pueden hacerte retorcer bajo una observación brillante que te lanzan de
manera tan despreocupada que es imposible entender su sentido exacto o
su intención. Sí, puede hacerte sentir decididamente incómodo. El Pez
puede desparramar a su alrededor observaciones sarcásticas como si
fueran luces que parpadean con tal rapidez que uno no puede seguirlas.
Para las bromas es excelente, muy capaz de mover en todo el mundo los
hilos de la risa mientras él sigue con su cara doliente v seria. Está
capacitado y sabrá desenvolverse con igual gracia en la comedia de
bofetadas y en la broma más sutil y compleja. A veces, su humor es
cálido e inofensivo, otras es frío y despiadado, pero encubre siempre
alguna otra emoción que el Pez quiere ocultar; rara vez es espontáneo.
Las carcajadas del pez son una máscara, tras la cual se esconde
perfectamente.
Alberga un gran sentimiento de piedad y un gran deseo de ayudar a los
débiles y enfermos. Es posible que Piscis comparta con Virgo la
compasión por los enfermos, pero él da un paso mas y procura entender el
corazón de los desdichados y de los solitarios, de los fracasados e
inadaptados, por desagradables que sean o por mas que los rechace la
sociedad. El Pez consolará dulcemente a quienes Virgo considera débiles
por propia elección, y consiguientemente indignos de ayuda. Si necesitas
dinero, un préstamo importante o un pequeño estimulo que nadie quiere
darte, ve en busca de Piscis, que no te encontrarás con sermones ni con
miradas de superioridad. Él no juzga a nadie, sea ladrón o asesino,
drogadicto, pervertido, pecador, santo, hipócrita o mentiroso. Si es un
neptuniano típico, la avaricia, la lujuria, la pereza y la envidia no
despertarán su crítica colérica. Su comprensión fluye de el, junto con
cualquier ayuda practica que pueda ofrecer. Percibe todos los vicios y
todas las virtudes, y conoce todas las añagazas. Por eso son muchos los
Peces que visten el hábito de sacerdote o del monje y pasan la vida en
la contemplación y en la plegaria.
Su primer instinto es ayudar. Hay Piscis que son ásperos y bruscos, pero
eso no es más que una frágil máscara que se ponen para protegerse. El
Pez se da cuenta muy pronto de cuan vulnerable es. El mundo aun no está
afinado para la longitud de onda, tan sensible, de Piscis, de manera que
a veces (no solo para evitar el ridículo, sino también para evitar que
cada vez le saquen el último centavo) finge indiferencia. Las
imposiciones de los que quieren pasar por encima de el obligan al Pez a
ocultar su verdadero espíritu. Como la profundidad de las aguas de
Neptuno le lleva a absorber todos los dolores y todas las alegrías como
si fueran propios, no hay por que asombrarse de que muchos de este signo
traten de no prestar atención a las historias tristes. Pero recuerda
que eso es ficción: si te rechaza una vez, intenta de nuevo y verás como
el verdadero Pez sube a la superficie.
La gloriosa imaginación de Piscis, la maravilla de su humor travieso y
el sentido neptuniano de la belleza pueden crear la mas delicada -y
también la mas eternamente perdurable- obra de prosa o poesía. En
realidad, sin sus esfuerzos artísticos y la belleza de sus sentimientos
el mundo poco podría hacer; dejaría de girar. Encontrarás con frecuencia
Peces que han enterrado sus propios sueños para iluminar oscuros
rincones de la vida de parientes y amigos, o para hacer don de lágrimas y
risas al público, desde un escenario, al precio de los propios anhelos y
necesidades. Pero Neptuno es un planeta engañoso, capaz de dar
nacimiento a naturalezas que se retuercen y giran en dos direcciones a
la vez, deformando la verdad; esta es la influencia que a menudo hace
que Piscis oculte sus verdaderas emociones.
Esa cualidad tespiana se hace evidente para quien alguna vez haya
intentado acorralar al Pez, relampagueante y fugitivo. A Piscis le
enferma responder con un si o con un no a la pregunta directa; es
siempre “tal vez”. Una simple curiosidad referida a la obra de teatro
que acaba de ver o al libro que ha leído puede obtener una respuesta
evasiva, sin ninguna razón en particular. Piscis puede conectar las
lágrimas, y un segundo después el sol, dando vuelta a una llave
invisible, pero ninguna de las dos cosas es realmente auténtica. Con
Piscis todo es ilusión, y a ellos mismos se les hace difícil establecer
la diferencia. Su naturaleza íntima es tan insondable como los grandes
océanos de Neptuno. Altruista, el Pez rebosa de un amor tierno e
inagotable por todos los seres vivientes, un amor digno de los santos
cuando no se vuelve hacia adentro en forma de autocompasión y de amor de
sí mismo. Esas amas de casa gregarias, que dan cabida en su corazón a
los problemas de todos los vecinos, ese camarero que semana tras semana
escucha pacientemente centenares de historias de infortunio, son
típicamente de este signo.
Suspendido en algún punto entre las silenciosas aguas del mar por debajo
y el vasto cielo tachonado de estrellas por encima, tocando apenas
alguna vez la tierra por necesidad, Piscis vive su vida en una solitaria
comprensión de la verdad, difícil de expresar en palabras. Los que
quieran ser sus amigos, los que le amen, deben valerse de su imaginación
para captar los extraños planos en que se mueven la mente y las
emociones del Pez. Los otros dos signos de agua -Cáncer y Escorpio-
están simbolizados por criaturas semiacuaticas, semiterrestres, anfibias
y flexibles, pero el pez no puede respirar en el aire. Debe vivir en
aguas verdes y frescas, a veces fangosas, siempre en movimiento.
A Piscis no le representa el hierro ni el mercurio, el oro ni el plomo,
sino las vibraciones de los indefinibles metales artificiales: de nuevo,
un eco de lo irreal y lo ilusorio. Él se ve reflejado en tres
dimensiones en el violeta de la amatista y en la transparencia de la
esmeralda, y sus flores natales son las ninfeas y el loto, cuyos pétalos
son rosados y blancos, delicados, pero con el tronco y las hojas de
fibras resistentes, recias e indestructibles, a menos que sean
arrancadas de raíz. No son muchos los que pueden seguir a Piscis y
sumergirse en su acuática naturaleza marina, no importa si nada
corriente abajo hacia el olvido, apenas una forma más en el cardumen
vasto y movedizo, o si lucha contra la corriente para vencer la
turbulencia de los rápidos y encontrar la serenidad en aguas tranquilas y
puras. Es mas fuerte de lo que cree y mas prudente de lo que sabe, pero
Neptuno oculta ese secreto mientras él no lo descubre por sí mismo.
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PERSONALIDADES PISCIS FAMOSAS
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Edward Albee, Harry Belafonte, Elizabeth Browning, Luther Burbank,
Enrico Caruso, Frederic Chopin, Grover Cleveland, Albert Einstein, G. F.
Handel, Jackie Gleason, George Harrison, Rex Harrison, James Madison,
Miguel Angel, Liza Minnelli, Vaslav Nijinsky, Rudolf Nureyev, August
Renoir, Rimsky-Korsakov, David Sarnoff, Dinah Shore, Conde de Snowden,
Svetlana Stalin, Tohn Steinbeck, Ben Hecht, Victor Hugo, Ted Kennedy,
Elizabeth Taylor, Earl Warren, George Washington.
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No somos, cariño, más que niños mayores,
irritados porque la hora de
acostarnos se acerca.
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William Shakespeare, aunque era Tauro, dejó este mensaje que viene como
anillo al dedo a cualquiera que este pensando en un episodio con un
hombre Piscis:
En las cosas humanas hay una marea,
que si se la toma a tiempo conduce a la fortuna;
para quien la deja pasar, el viaje de la vida
se pierde en bajíos y desdichas.
Si estás a punto de perder el equilibrio por un neptuniano, deberías
colocar esos versos en el espejo de tu polvera, donde puedas verlos cada
vez que te empolvas la nariz. Es posible que de ellos dependa el éxito o
fracaso de tu futuro, por no hablar de tu corazón.
Trata de desenmarañar tu rosado estado anímico para asegurarte de que
ese muchacho Piscis con quien estás a punto de salir a nadar a la luz de
la Luna sabe cuando sube la marea. Si la toma en buen momento, tienes
toda la suerte que puede tener una mujer. ¡Adelante, hacia la fama y la
fortuna! Pero si por casualidad tu galán Piscis no puede ver la marea
porque tiene los ojos llenos de polvo de estrellas, y la deja pasar...
bueno, será mejor que te advierta que esos bailes neptunianos pueden
desembocar en algunos de los momentos mas angustiosos que te toque
vivir.
Un Piscis puede ser todo lo que tú quieres encontrar en un hombre... o
todo lo que no quieres encontrar en él. Si hablamos de negocios, la
marea es sinónimo de oportunidad; necesita una decisión firme, acción
determinada y capacidad para ahogar los viejos sueños empapados que
obstruyen el éxito. El problema es que hay hombres Piscis que no
reconocerán la marea alta, por más que esté lamiéndoles los pies.
El hombre Piscis no es débil; simplemente, puede demorarse demasiado en
una tenue estrellita de plata y perderse el resplandor solar del éxito.
No todos ellos son inactivos soñadores, pero mas de los que puedes
dispersar arrojando una piedra, si. Sin embargo, hay esperanza; donde
hay vida, siempre hay esperanza. Aunque el mundo necesite
desesperadamente de su imaginación encantadora, llega un momento en que
Piscis tiene que pararse a pensar sobre la forma de ganarse los
garbanzos. Una vez que lo hace, le sale bien, porque la intuición
neptuniana, unida a su mente despierta, puede orientarle hacia objetivos
sensatos que le reporten la fama y el reconocimiento, e incluso la
riqueza y la inmortalidad. Y si no es para tanto (ya que no siempre se
da en el blanco), por lo menos la respetabilidad y una cómoda seguridad.
Esperamos que sea ese el tipo de Pez con el que tú navegas. En esas
circunstancias, prácticamente ningún otro signo solar es capaz de frenar
su potencial.
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Sin embargo, si para los veinticinco años más o menos no ha reconocido
la marea en sus negocios, francamente... no pongas muchas esperanzas en
su futuro. ¿Te parece injusto? Bueno, digamos entonces a los treinta y
cinco, pero ya estás corriendo un riesgo. Cuando he dicho que no pongas
muchas esperanzas en su futuro, quería decir contigo, como esposa... con
la rutina familiar. Su futuro personal puede ser más o menos
satisfactorio. Son muchos los hombres de Piscis que no pueden enterrar
sus viejos sueños para descubrir ideas nuevas que les lleven al éxito,
pero viven muy satisfechos, ya que lo único que necesitan es ese sueño,
por oxidados que tenga los bordes. Agrégale una jarra de vino, una buena
hogaza de pan de centeno, y se sentirá tan feliz como la mayoría de
nosotros los inadaptados. ¡Ah! Te has dado cuenta de que falta enumerar
algo. Es una hogaza de pan de centeno, una jarra de vino y tú... ¿no? Me
alegro de que recuerdes los Rubaiyat. Pero, como ves, si me he olvidado
de “Tú” ha sido a propósito. Ese artista soñador y sensible que es el
Pez puede arreglárselas muy bien con pan y vino... y hasta engordar.
Pero con esa dieta no podrá mantener a una mujer, de uno a cinco
paquetitos de alegría, y, quien sabe si algunos peces de colores
(teniendo en cuenta su signo solar). Vosotros necesitaréis cosas como
medias y cosméticos y zapatos y espinacas y dinero para el alquiler y
para el apio y la leche y las bombillas de la luz y... bueno, bien sabes
tú a que me refiero.
Con ese tipo de Pez no hay más que una forma de salir adelante: que tú
tengas herencia. Aunque también hay otra: tener dos trabajos, uno para
ti y otro para él, y que tú trabajes en los dos como el demonio mismo.
No, si yo no digo que no vayas a ser feliz en las horas románticas.
Romanticismo es, precisamente, lo que jamás le faltará a ningún Piscis
que haya nacido en este mundo. Es casi el aire que respira. Lo que pasa
es que no sirve para sustituir las espinacas ni los zapatitos del bebé,
ni tu salud mental. En su sabiduría, los planetas se ocupan de
semejantes complicaciones de la vida dando la mar de oportunidades a
este tipo de Pez soñador y mundano, hasta convertirlo en su protegido.
Si encuentra quien le patrocine, hombre o mujer (el último caso es mas
posible, pero puede ser cualquiera de los dos), puede llegar a
convertirse en un gran compositor, un gran pintor, un gran escritor... o
por lo menos un gran tipo. Pero, ¿como encontrar quien le patrocine, y
menos si es una mujer, teniéndote a ti y a todos los paquetitos de
alegría y a los peces de colores y todo lo demás que obstruye la
artística simplicidad de su existencia?
Tendrás que admitir que así la cosa no funciona. Mejor que vayas
diciéndole adiós desde ahora. Llorarás un poco, y es posible que te
duela, y profundamente, incluso. Pero será menos doloroso que estar
casada con un sueño andante y parlante, y tener que hacer frente al
propietario de la casa sin tener en el bolsillo otra cosa que buenos
deseos. Eso si que duele.
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Ahora que no nos hemos andado con paños tibios para hablar del Piscis
del pan y del vino, podemos ocuparnos del otro, del que ha sabido tomar a
tiempo la marea. Es evidente que tiene un atractivo fantástico para
cualquier chica; siempre hay la posibilidad de que te resulte un
Einstein o un George Washington, que será una maravilla. No podrías
pedir mucho mas, aunque me imagino que Einstein debía pasarse los fines
de semana un tanto sumergido en sus ecuaciones, y tal vez a George le
quedaran pendientes algunos problemas de su despacho, cuando volvía a
casa por las noches. Pero no hay que pretender tampoco la perfección.
Hasta un Capricornio, tan práctico, o un Aries con su impulso agresivo
pueden tener sus pequeños fallos. La cuestión es que un Pez que se
esfuerza por remontar la corriente tendrá múltiples oportunidades de
poner a sus pies esos dones gemelos de la fortuna y la fama. Y en otros
sentidos también, es todo un hombre.
Un hombre Piscis no tiene prejuicios; jamás juzgará a un indio sin haber
caminado unos cuantos kilómetros con sus mocasines, ni a un nudista sin
haber probado a andar descalzo. E incluso entonces será comprensivo y
no exagerará la nota crítica. Piscis escasea en acusaciones frías y
abunda en cálida tolerancia. Se esforzará incluso por entender a su
suegra, y ¿cuántos son los hombres que lo hacen? El varón de Neptuno
posee una rara simpatía de espíritu. Sus amigos confían en él y no se
preocupan nunca de que algo pueda escandalizarle; hace falta una bomba
de demolición para escandalizar al Pez. Si tú y tu enamorado Piscis
estuvierais conmigo en una habitación, y entrara un hombre diciendo que
estaba un poco preocupado porque era polígamo y tenia cuatro esposas en
cuatro países diferentes, tal vez tú le mirarás con indignación,
pensando que merecía ir a la cárcel; yo podría fulminarle con desdén y
tratarle de canalla, pero tu amigo Piscis le preguntaría probablemente
en que países, y querría saber si estaba enamorado de alguna de ellas.
El Pez es curioso, pero totalmente a prueba de escándalos. En su opinión
el muchacho necesita primero que le entiendan y se compadezcan de él, y
después un abogado competente.
Alguna vez, accidentalmente, puede traicionar un secreto, pero nunca a
propósito. En ocasiones, Piscis habla antes de darse cuenta del daño que
puede causar con sus palabras; se le hace difícil entender que lo que
dice puede tal vez ser interpretado bajo una luz desfavorable por
personas mas severas y de actitud menos tolerante. (Por ejemplo, tendría
que pensarlo un poco para entender que a la gente como su hermana o tu
madre no le preocupen las dificultades domésticas del pobre polígamo.)
Sin embargo, si una vez se le pide específicamente que se guarde algo
bajo la aleta, el Pez se callará la boca y será de fiar, de modo que
puedes confiarle tus secretos más siniestros.
.
Alguna vez te encontrarás con una victima de la influencia desfavorable
de Mercurio, que hable muy rápido, con fluidez y frecuentemente. Pero el
neptuniano típico es lento en el hablar, sosegado en el pensar, y trata
de no meterse en lo que no le importa, aunque esté continuamente
abrumado por los problemas de amigos, parientes y vecinos, que fluyen
hacia él atraídos por su don de escuchar. También tu sentirás la
tentación de confiarle tus pequeñas preocupaciones: que se te ha roto el
secador del pelo, tu padre está con sinusitis y el saldo del banco no
te da exacto, pero trata de evitarlo. Si hay algo que un marido o un
novio Piscis no necesita, es que lo carguen de más tribulaciones. Ya ha
recibido bastantes a lo largo de todo el día. A montones. Cuando está
contigo, necesita un alivio. El varón no tiene la intención de abusar
del Pez; simplemente, no se dan cuenta de que la naturaleza de Neptuno
es tan receptiva que se empapa de todas las vibraciones que hay a su
alrededor, buenas o malas, alegres o terribles, oscuras o luminosas. Esa
vida de esponja espiritual puede ser psíquicamente agotadora, cualquier
místico te lo dirá. (Muchos de ellos son Piscis.) Su sensibilidad
significa que percibe vívidamente las emociones de quienes buscan su
oído y llegan a su corazón. El varón Piscis suele necesitar largos
periodos de descanso. El alma de Neptuno debe estar sola a veces, para
que pueda dejarse atravesar por brisas refrescantes que curen las
heridas de todos esos problemas vividos a través de otros y la devuelvan
a su individualidad serena e impoluta. Por ello, nunca incomodes a un
hombre Piscis en sus momentos de silencio, que los necesita como el pan.
Si tiene ganas de estar solo o de salir a caminar solo, déjale que
vaya. Demasiada soledad de dos puede arruinar la belleza del amor de
Piscis, que necesita espacio para crecer sin enmarañarse.
Recuerda que el Pez es sensible y que es fácil herirle. Su timidez se
debe a que percibe dolorosamente sus propias limitaciones, sean cuales
fueren, y las siente agudamente. Necesita saber que sus virtudes son
reconocidas por alguien a quien él admira. Jamás debes de alentarle y
estimularle. Es probable que haga incursiones por el yoga y el zen, o
que experimente con las ciencias ocultas, y también que se interese por
la astrología y la numerología, e incluso por la reencarnación. Como el
Escorpio, en él es innata la comprensión de los principios esotéricos, y
por lo general esas cosas le hacen bien: le ayudan a mantener la
estabilidad de sus emociones y ofrecen un objetivo a su vívida
imaginación. Los hombres Piscis se alteran de vez en cuando, pero es
raro que su cólera sea violenta o duradera. Cuando ha pasado, las aguas
vuelven a su placidez y la vida es tan pacífica como antes. Hay algunos
neptunianos que vociferan un poco por la casa, pero son inofensivos.
Para el Pez es casi imposible bramar, lo que se dice bramar, como Tauro,
por ejemplo. ¿Ves la suerte que tienes?
Aunque a él mismo le resulta difícil sondearse, Piscis no tiene problema
para ver con toda claridad las sutilezas ajenas. Engañarle es difícil;
con una mirada llega hasta el otro lado. Pero cuando se le ocurra, puede
engañarte a ti, con alguna argucia que tiene y que le permite mantener
sus asuntos personales al abrigo de escrutinios demasiado curiosos.
Conozco a un hombre de este signo en quien este rasgo llega hasta el
punto de que ha podido engañar al gobierno, que no es nada fácil.
Durante toda su vida se las arregló para eludir los impuestos. La
dirección Impositiva sabe de él tanto como de un nativo de Pago Pago.
Consigue librarse porque es escritor. Su teléfono figura con un nombre
ficticio, y jamás ha pedido tarjeta de seguridad social ni se ha sacado
el permiso de conducir. Le horroriza la idea de un imaginario Hermano
Mayor que le convierta en un número y se entere de todos sus secretos.
.
Es posible que tu Pez no sea tan neurótico al respecto, pero veces habrá
en que te diga que había ido a la tintorería aunque en realidad había
salido a comprar cigarrillos. ¿Por qué? No lo se, realmente. Ni él
tampoco. Es una suerte de engaño leve del cual Piscis, lo mismo que
Géminis, disfruta aparentemente. Mientras esté usando tirantes verdes y
la gente piense que los lleva amarillos -o que no los lleva- el Pez se
siente seguro, de alguna manera. Ya que así se siente feliz, déjale que
tenga sus pequeños misterios. ¿Por qué hacer un escándalo por eso?
Aunque sepas que no ha estado en la tintorería porque tú misma le has
visto entrar en el estanco ya listos los pantalones. Cuando te conteste
que el hombre le dijo que no estarían hasta el lunes, coméntale que ese
tintorero es un pelma y deja las cosas ahí. Podría tener costumbres
mucho peores que una pequeña ficción de vez en cuando, para mantener
lubricada la imaginación, de modo que le funcione siempre bien.
No tendrá grandes arrebatos de celos o, si los tiene, como es por
naturaleza un actor excelente (si se le permite que practique)
pretenderá haberlos superado. Pero, con toda su cualidad tierna y
poética, es un hombre, de manera que, una vez dicho y hecho todo,
esperará que le seas técnicamente leal. Sin embargo, es posible que tú
tengas que dominar tus celos, porque el Pez tendrá afectuosos amigos de
ambos sexos y acudirá a su llamada, a veces a horas insólitas. Es
sociable por naturaleza, no puede evitarlo, y es un rasgo peligroso si
tú eres del tipo violentamente posesivo. Una chica Aries o Leo haría
bien en perseguir algún otro rayo de luna. Piscis admira la belleza y de
vez en cuando puede quedarse mirando un par de lindas piernas. Pero con
un poco de esfuerzo extra, tú puedes mantener eso dentro de los
límites, y tu recompensa será un encanto de marido, a la vez romántico
como amante y un perfecto compañero para hablar de cualquier cosa que se
te ocurra.
Cuando las rachas de soledad y depresión cubran de nubes el cielo,
arroja tu delantal en el rincón, detrás del acuario, ponte un vestido
amarillo y una sonrisa dorada, compra algunas entradas para un
espectáculo divertido, y arráncale mañosamente de sus garras. Los Piscis
son especialmente vulnerables a la sugestión. Puede ser que des unos
cuantos tropezones cuando intentes enseñarle a ser económico y cuidadoso
con el dinero. La gente de Neptuno, francamente, no se distingue por su
buena administración del dinero (a menos que tenga ascendente
Capricornio o fuertes influencias planetarias en Tauro, Acuario o
Cáncer, por ejemplo). Aprenderá, pero no compliques la situación
mostrándote tu dispendiosa, si puedes evitarlo. Con un solo derrochón
por familia ya se avanza bastante... en la dirección del asilo de
pobres. Él necesita un buen ejemplo, y es sorprendente los buenos
resultados que eso da con el carácter de Piscis, de una manera parecida a
ese juego que los chicos llaman “seguir al líder”. Claro, siempre que
el líder sea alguien próximo a él y a quien el Pez respete. La
naturaleza de Piscis es enormemente receptiva a las vibraciones que lo
rodean, especialmente cuando la emoción las intensifica.
Los niños encontrarán en él un compañero divertidísimo. Lo más probable
es que los lleve a pasear en bote, a nadar y a bucear. Representará con
vívida gracia, en colores, a los personajes más pintorescos de las
canciones infantiles. Los iniciará en teorías un tanto extrañas, les
cantará algunas canciones un poco picantes o les enseñará a hacer la
vertical, en el estilo yoga. Ellos le adorarán, y es posible que gracias
a su excepcional capacidad para sostener un pajarillo en la mano, sin
aplastarlo ni asustarlo, resulten equilibrados y bien adaptados de
adultos. Tú ocúpate de las palmadas, que él escuchará sus problemitas;
ocúpate de que tengan la ropa y las narices limpias, que él les tendrá
mentalmente activos, y así todo funcionará perfectamente.
.
No desdeñes jamás los sueños de este hombre, porque no lo perdonará ni
olvidará. Dale ocasión de que los convierta en realidades, ayudándole a
encontrar una estrella clara y firme hacia donde dirigirse, que brille
en vez de disiparse en un eclipse de sentido común. Enamorado, Piscis
necesita apoyo emocional, es decir, que le brinden renovada tranquilidad
y confianza, pero también que tú no busques apoyo en él por males y
agravios imaginarios. Sus fervorosas esperanzas necesitan del riego de
un afecto comprensivo, de modo que ofrécele el fértil suelo de una vida
hogareña feliz. Aparta de las raíces esos mortíferos insectos que se
llaman sermoneo y escepticismo, y un día esas esperanzas descabelladas y
locas que él tiene dejarán de ser hierbas inútiles para convertirse en
árboles robustos que os harán ricos, y tan altos como para poder
alcanzar también tus sueños. En el corazón de Piscis la esperanza fluye
eternamente. No la frustres, que si la cultivas con ternura puede
inundarte de suerte a manos llenas.
Tal vez hayas leído o te hayan dicho que Piscis es el signo de los que
se “deshacen” y eso puede haberte puesto nerviosa y en actitud negativa,
pero no te dejes asustar. Es verdad que siempre hay en ellos una cierta
tendencia en este sentido, pero tú limítate a “volver a hacerlo”, como
harías con un paquete que se ha desatado. Si aseguras bien los nudos, no
sucederá con frecuencia. Sírvele un sueño para el desayuno, una buena
broma para el almuerzo y Chopin para la cena, y Browning para el café.
Con eso serás dueña de la situación. No tengas miedo de zambullirte, que
el agua está deliciosa.
.
.
LA MUJER PISCIS
.
-Bueno... ¿y tú que eres? -preguntó la Paloma-.
Veo que estás
tratando de inventar algo.
-Yo... soy una niñita -respondió Alicia,
no muy convencida.
Se encontró finalmente en un jardín hermoso
en medio de los canteros y
de las frescas fuentes.
.
La cola hacia la derecha, y por favor, no amontonarse. Es posible que no
haya bastantes mujeres Piscis para que cada hombre tenga la suya, pero
eso no es razón para indisciplinarse. Tendréis que respetar los turnos y
esperar la mejor suerte.
Incluso sin astrología se han difundido los rumores referentes a los
encantos de la mujer Piscis. Claro que también tiene sus puntos
negativos, pero a la primera mirada es el sueño de todos los varones
desde la escuela primaria, con un sabio toque de conejita de Playboy
para mejor condimento. Mas vale que admitamos que la mujer moderna y
emancipada, con su imagen de hierro forjado, ha hecho subir mas aún las
acciones de las muchachas Piscis. Enturbiado el aire en la senda de los
enamorados por toda esa libertad que predica la mística femenina, las
recatadas, bonitas y desvalidas criaturas de Neptuno tienen que
ahuyentar a los hombres a palos.
No es sorprendente que Piscis sea un trofeo. La mujer neptuniana, casada
o soltera, rara vez trata de hacerle sombra al hombre que está a su
lado. No tiene el mas remoto deseo, neurótico u oculto, de dominarle de
ninguna manera. Con alegría en el corazón, deja que él le aparte la
silla, le ponga el abrigo, llame el taxi, le encienda el cigarrillo y le
repita hasta cansarse lo encantadora que es. Lo único que quiere es que
él la proteja y se ocupe de ella; se siente contenta y feliz de
apoyarse en el ancho hombro viril y de decirle, mirándole con ojos
maravillados, lo fuerte que es él y lo mucho que ella necesita de su
protección en este mundo hiriente. Piensa en todos los lobos que andan
por ahí, en espera de devorarse a las Caperucitas Rojas; es bastante
para que una chica tenga que sacar el frasco de sales. Y aunque no sea
victoriana hasta ese punto (aunque muchas del signo del Pez lo son),
sabrá escuchar con encanto el relato de los problemas masculinos y en
momentos de crisis será lo que se llama una buena compañera.
Una mujer de este signo piensa que su marido, amante, novio, padre,
hermano (y en realidad, cualquier hombre) puede darle una paliza al
mundo entero con una mano atada detrás de la espalda y -siendo los
hombres como son- es muy poca la cantidad de esa fe conmovedora que se
necesita para convencerles a ellos de eso mismo. ¿Y te preguntas por qué
es tan popular? La muchacha Piscis es una serena y acogedora rada de
tranquilidad para su orgulloso macho, lejos del ruido del tráfico y del
repiqueteo de las máquinas de la oficina. En su estanque de peces, las
luces son suaves, amortiguadas, calmantes para los ojos cansados,
agredidos por las luces de neón y por todas esas tontas cifras de la
bolsa que ella no podría entender aunque en ello le fuera la vida.
(Aunque si realmente le fuera en ello la vida, ya estaría sacándole
punta al lápiz.)
En invierno usa esponjosos guantes de angora. En primavera, faldas
pulcras y vaporosas. Los veranos la encontrarán enfundada en un
minúsculo bikini. En otoño su aspecto será adorable, sentada a tu lado,
viendo el partido de fútbol, con las manos en tus bolsillos porque si
no, se le enfrían, y preguntándote a ti como va el partido. En todas las
estaciones, eternamente femenina. A riesgo de quedarme corta, diría que
los hombres acuden a ella como los abejorros a un bote de miel.
.
Tras una breve conversación con ella, un hombre se relaja
instantáneamente. Se imagina un cálido fuego restallante en una noche de
invierno, o se ve tendido en una hamaca, un fragante día de primavera,
sin que nadie le incomode. Ella no deja de aclarar que jamás le culparía
por ningún problema que tuviera en su carrera ni por accidentales
errores. Esas cosas son siempre culpa de algún otro, no de su amado.
Ella jamás le presionará para que se apresure; para ella, el ritmo que
él lleva es perfecto. ¿Necesito explicar por que los Peces hembras son
las mujeres mas peligrosas de todos los signos solares? ¡Señal de
alarma! Advertencia: después de casada, es posible que te dé algunos
codazos. Para ser mas exactos, que te dé un montón de codazos. En cierto
modo, te lo mereces por haberte dejado cegar de esa manera por sus
encantos. Habrá muchísimas veces en que se muestre incluso amargamente
sarcástica, pero no hay mujer que no tenga sus defectos, y Piscis será
amable con mucha mas frecuencia que pendenciera. Para convertirse en una
fierecilla, tiene que verse impulsada por la extrema crueldad o
haraganería de su compañero, y ¿quién ira a decir que un marido cruel o
haragán no se lo merece? No seré yo; yo estoy con ella.
Además, su deliciosa feminidad oculta todos los fallos secundarios, y la
mayor parte de las veces la chica típica de Neptuno es dulce, soñadora y
femenina. Como el Pez nada al mismo tiempo en ambas direcciones, ella
se adapta con toda facilidad a situaciones conflictivas que destrozarían
los nervios de otras mujeres. Claro que, de vez en cuando, en la
superficie habitualmente placida de su corriente de pensamiento pueden
asomar como burbujas algunas palabras ásperas y un parloteo irritable.
En ocasiones, una de estas sensibles criaturas que haya sufrido de
pequeña un tratamiento severo en exceso, puede, en su amargura, separar
los dos peces simbólicos de su signo, y esto quizá resulte muy triste.
Se convierte entonces en un Pez solitario y desdichado, que nada siempre
furiosamente y que siempre que se hunde en el intento de escapar vuelve
a encontrarse consigo misma... sin comprender jamás que lo que la
envenena es volver hacia adentro, hacia sí misma, su inagotable reserva
de amor y de simpatía. Las drogas, la bebida y las falsas ilusiones
ocultan a sus ojos la verdad y le impiden ver las rocas que hay en el
río y que pueden destruirla. Pero la mayoría de las muchachas
neptunianas conservan ambos peces simbólicos firmemente unidos en una
acción fluida, que se desliza suavemente primero hacia atrás y después
un poco hacia delante, de manera que nunca estarás del todo seguro del
punto exacto hacia el que ella se encamina. De Piscis se dice que es un
mar, profundo y misterioso, donde van a desembocar todos los ríos. Si
conoces algunos de sus evasivos secretos, tendrás más oportunidades de
pescarla. ¿Qué es lo que la hace nadar?
Ante todo, es sutil. Pregúntaselo a Nicky Hilton, Michael Wilding, Eddie
Fisher y Richard Burton; todos ellos se casaron con una mujer Piscis.
Con la misma, en realidad. Que no solo es sutil, sino a veces un poquito
engañosa, cuando practica su arte de enredar hombres en sus zarcillos
de esmeralda.
.
Claro que quizá tú conozcas una señora neptuniana que luce un delantal a
cuadros y una sonrisa tímida, y es la síntesis suprema de la esposa
consagrada, perfecta ama de casa y madre tierna. Estarás pensando que no
es ni sutil ni engañosa. Perdona que te lo diga sin rodeos, pero te
equivocas. A esa mujer Piscis que te parece diferente, yo también la
conozco, o conozco una exactamente como ella. Es una viuda que vive en
el Bronx, y se llama Paulina. También luce un delantal a cuadros y una
sonrisa tímida: la caracterización completa. ¿Cómo es posible que una
imagen tan eglógica pueda resultar engañosa? Te lo diré. Ante todo, para
enredar a los hombres usa las cintas del delantal (porque no tiene
zarcillos de esmeralda; el año que viene, tal vez). Es una mujer pequeña
que ha conseguido hacer frente a la pérdida de un hijo amado, a la
angustia, el aburrimiento, la tragedia, el miedo, la pobreza e incluso a
la confusión de momentos súbitos y fugaces de riqueza. Se las ha visto
con las rodillas magulladas de sus hijos, sus notas, las galochas
perdidas; con un marido desaliñado que los domingos insistía en invadir
su pulcra cocina, y con la mayor aglomeración de parientes políticos
-que hablaban ocho idiomas al mismo tiempo- que se haya visto fuera de
las Naciones Unidas. Ha afrontado toda esa mezcolanza que le impuso el
destino como lo hubiera hecho Rocky Graziano. ¿A eso le llamas suavidad?
¿Y delicadeza? Hasta el día de hoy, sus dos hijos varones la consideran
una criatura encantadora, un poco infantil, desvalida, atolondrada, que
necesita protección y que no es capaz de entender del todo como
funciona la cerradura que hay en la puerta de la calle.
Es deliciosamente imprecisa y soñadora. No entiende nada de economía
política, pero se las arregla para vestirse como si saliera de Sophie o
de Saks, prepara frecuentemente comidas de siete platos para nietos
múltiples y diversos, paga el alquiler a tiempo y, para las fiestas y
los cumpleaños, hace unos regalos increíbles, todo con unos ingresos
mensuales no mucho mayores que una de las propinas que deja Jack Benny.
Se ha ganado el amor y el afecto de sus dos nueras, y también de un
heterogéneo grupo de amigos, que abarca a la bibliotecaria, el portero,
el dueño del bar de la esquina, el frutero, media docena de gatos y de
chiquillos sin dueño, el carnicero, el vendedor de periódicos y -créame o
no- el propietario de la casa. Creo que tiene un solo enemigo: el
hombre a quien rechazó antes de casarse con su marido, que probablemente
debido a su decepción, se refugió en la Legión Extranjera, y cuyo
nombre dudo que ella recuerde. Son mujeres sin corazón, estas Piscis.
Sutiles y engañosas. (Pero no intentes decirles eso a sus vecinos.)
Como los vientos de marzo, tu muchacha Piscis puede pasar por muchos
estados de ánimo. Es tremendamente sentimental, y si sus sentimientos
están heridos, llorará a torrentes. Te mirará con tal aire de reproche
que te sentirás como si acabaras de disparar sobre un conejito. A veces,
las mujeres Piscis piensan que están totalmente desprovistas para las
difíciles batallas que impone la supervivencia; entonces se deprimen.
Hay que decirle entonces que todos los que alguna vez han tenido la
suerte de conocerla la admiran por su profunda sabiduría y su
comprensión sin límites; normalmente, es la verdad del evangelio. La
lección mas difícil que tiene que aprender la mujer Piscis es la
superación de su timidez y de sus dudas. Si su miedo es muy profundo, se
cerrará ante todo el mundo, y después se preguntará por que está sola.
Muchas veces tiene miedo de imponerse, de exigir demasiado, de sacar
ventaja, cuando esas cosas no se le pasan por la cabeza a nadie más que a
ella.
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Alguna que otra vez, la mujer Piscis disimulará su timidez y
vulnerabilidad con agudezas, un barniz de complejidad mundana y una
personalidad frígidamente independiente, pero todo eso no es mas que una
capa protectora que le sirve para ocultar su incertidumbre a los ojos
indiscretos de gentes torpes que, si ella no se protegiera, herirían su
sensible corazón. Da cauce a su alma auténtica escribiendo deliciosos
poemas líricos entretejidos con el hilo de sus sueños más íntimos y
secretos. Cuando no escribe, es la imagen del puerco espín encallecido
que quiere dar a la gente, como mujer de carrera. Sin embargo, ni
siquiera este tipo de Piscis puede escapar a la influencia de su signo
solar. Pese a su independencia hábilmente urdida, espera a que sea el
hombre que está con ella quien llame el taxi. Hay algunas cosas que uno
simplemente no hace, en lo que se refiere a las mujeres de Neptuno, y
una de ellas es no actuar como una dama en publico Piscis engaña a
muchos hombres que podrían serenar sus íntimos temores y hacerla
desdecirse de su frecuente afirmación de que no necesita marido, que no
haría mas que complicarle la vida. Imagínate, una declaración semejante
en labios de una mujer que necesita pertenecer a alguien mas de lo que
necesita dormir, comer o respirar.
La mujer Piscis dará todo su corazón a sus hijos, salvo esa gran porción
que reserva para ti. Los amará a todos, pero tendrá cierta preferencia
por los más feos, más débiles, más pequeños o enfermizos. Solo una
estrella de cine nacida bajo este signo es capaz de hacer caso omiso de
los rollizos bebés llenos de hoyuelos para adoptar al niñito lisiado y
de ojos asustados. Las mujeres regidas por Neptuno son las que pueden
demostrar mayor capacidad para entender la timidez de los niños y los
sufrimientos del crecimiento de las torpes chiquillas adolescentes. Una
madre Piscis teje sobre cada cuna la leve telaraña de mil sueños.
Sacrificará cualquier cosa para que sus hijos tengan todo lo que ella no
pudo disfrutar de niña. Es posible que sea demasiado tolerante con
ellos; se le hace difícil imponer disciplina, y hay que hacerle
comprender que la falta de firmeza puede ser tan negativa como el
desapego y el descuido. En cierto modo, es una forma de descuido dejar
librados a sí mismos a esos caracteres jóvenes que necesitan de una
firme guía hasta que aprendan a nadar solos. Si peca por exceso de
blandura, explícaselo con bondad, que Piscis lo entenderá sin amargura y
empezará a usar alguna vez la zapatilla. Pero son muchas las mujeres de
Neptuno que consiguen hallar un justo medio entre el rigor y la bondad,
y sus vástagos dan testimonio de ello.
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Trae a casa los garbanzos y el vino. Lo más probable es que prefiera no
entrar en la competencia brutal del mundo comercial, a menos que tú
tengas la imperiosa necesidad de que lo haga. Ya tuvo bastante de eso
(si es una neptuniana típica) durante el tiempo que trabajo para esa
gran empresa tan enmarañada, en espera de que tú vinieras a rescatarla.
Algunas mujeres Piscis, aunque no todas, son a veces un poquitín
derrochonas. Tal vez necesite que la ayudes a comprender por que el
balance del banco no coincide con el que ella hace en sus talones, que
parecen escritos en sanscrito. Así y todo, sabrá arreglárselas cuando la
necesidad la obligue a renunciar a su champán favorito para limitarse a
la leche descremada.
Piscis escucha al océano, porque el océano le dice cosas. En medio de la
ciudad, sigue oyendo como las ondas de Neptuno susurran a su corazón
mas cosas, tal vez, de las que ella quisiera saber. No pases por alto su
cumpleaños o vuestro aniversario de bodas o el día en que le declaraste
tu amor, porque ella no los olvidará. Me acordaré siempre de la amiga
Piscis con la que iba a la escuela, en West Virginia. Era menuda, de
largo pelo oscuro y en sus ojos de un color castaño verdoso brillaban
las extrañas luces de Neptuno. De entre varios hombres, eligió para
casarse a un gran astro del fútbol; fue una fuga totalmente inesperada.
Recuerdo que ella le preguntó por que se le había declarado; sentía
curiosidad. “Bueno -caviló él-, fue una cosa rarísima, pequeña. Ese día
yo no tenía la menor intención de declararme. Estábamos en el parque,
cerca de la piscina. Las chicas que estaban ahí tendidas al sol tenían
el pelo todo mojado de nadar, y se las veía acaloradas y transpiradas.
Tú estabas ahí sentada debajo de un árbol con un vestido de encaje
blanco, y se te veía tan fresca y tan diferente de las otras.
Parecías... bueno, yo diría que parecías una mujer. Ese es el sutil
secreto de las mujeres Piscis. No importa que Piscis obedezca a la
llamada de Neptuno como monja en un convento o como ronca cantante en un
club nocturno; siempre es una mujer. De pies a cabeza. Cien por cien.
.
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EL NIÑO PISCIS
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Ojo ansioso, oído alerta, amorosos, anidarán cerca.
En un País de Maravillas yacen, soñando mientras los días huyen,
soñando mientras los veranos mueren.
A la deriva siempre en la corriente, que los arrastra en áureo
resplandor,
¿qué es la vida, si no un sueño de amor?
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Como todo el mundo sabe, a la mayoría de los bebés se les encuentra bajo
una hoja de col. A algunos los traen en ese largo pañal que cuelga del
pico de la cigüeña, o llegan al hospital en el maletín negro del doctor.
Pero tu pequeño Piscis no. Él vino directamente del país de las hadas,
aferrado de un rayo de luna. Si te fijas bien, veras todavía en sus
ojitos soñolientos el reflejo de elfos y árboles mágicos, que conceden
deseos; hasta quizá le quede un rastro de polvo de estrellas pegado
detrás de la orejita izquierda. Es posible que para el momento en que
llegó a la sala de partos ya le hayan desaparecido las alas, pero tal
vez conserve como un pequeño chichón en el lugar donde las tenía.
Habrás visto esas tarjetas de felicitación para las nuevas mamás, con
imágenes de bebés blancos y rosados, llenos de hoyuelos, frágiles y
envueltos en gasas, que vuelan alrededor de los versos. El artista usó
como modelo a tu bebé Piscis. Eso podría hacerte creer que puedes llevar
de la nariz a tu hijo de Neptuno, o que una vez que le hayas lavado las
orejas para sacarle de ellas el polvo de estrellas, puedes moldearlo en
la forma que a ti te guste. ¿Por qué no, si es un montoncito de arcilla
suave y delicado? Vuelve a pensarlo. Piscis se abrirá camino con tanta
seguridad como el vociferante bebé Aries con su carita encarnada, el
regio y exigente pequeño Leo o el Torito fuerte y obstinado. La única
diferencia residirá en que éste lo hará fascinándote a muerte y
anegándote en océanos de dulces sonrisas. Tan pronto como se haya secado
la tinta en el certificado de nacimiento, presenta el nombre de tu niño
Piscis para el papel principal cuando se vuelva a filmar Peter Pan... o
Alicia en el País de las Maravillas, si es una niña. Peter Pan y Alicia
serán los personajes favoritos de los niños de Neptuno, y no
necesitarán escenario para desempeñarse estupendamente en esos papeles; a
los ochenta años seguirán brillando como estrellas en ellos. Los padres
que repiten en un susurro la antiquísima plegaria: “Ojalá mi niño no
creciera” conseguirán su deseo si es que su hijo nació bajo el signo del
Pez. Los años no dejarán en él impronta duradera; siempre habrá sobre
Piscis, suspendido como una niebla, un hálito infantil, soñador y
mágico, como en los cuentos. Algo que le impregnará de misterio y de
irrealidad para siempre y tres días más.
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Cuando tenga edad suficiente para arrastrarse hasta el bote de mermelada
y esconderse, ese extraño hijo tuyo mostrará su preferencia por vivir
en un mundo de fantasía. Se complacerá en diversiones muy alejadas de
los modales y rutinas de todos los días. Cuando esté en la sillita alta,
comerá como un ángel si mientras le estás dando el puré finges que eres
una reina o un payaso. Ponte de corona la pantalla de la lámpara y
adórnate con todos tus viejos collares; o usa el plumero como peluca y
llénate la cara de lápiz de labios y tiza, que su imaginación hará el
resto. Cuando sea un poco mayor, jugará alegremente en el porche de
delante de la casa mientras tú estás lavando la ropa, si te acuerdas de
colgarle unos cuantos globos, poner música en el tocadiscos, alcanzarle
sus animalitos de trapo, darle unas palomitas de maíz y decirle que está
en el circo.
En la época en que empiece a ir a la escuela y a tener esos sueños, por
la noche, recibirás un impacto alguna mañana cualquiera de primavera,
mientras estés atándole los zapatos.
“Adivina a quien vi anoche”, te dirá en tono de confidencia, mientras tu
mascullas alguna respuesta cortes, pensando donde diablos habrá puesto
su jersey verde. Ah, ahí está, lo tiene puesto el osito, de cuando lo
vistió ayer mientras jugaba a que era su mejor amigo.
Y cuando le preguntes a quien vio, te dirá como quien no quiere la cosa:
“A la abuela Stratton. Estuvimos hablando largo rato y después se fue.
Me pidió que te dijera que no te olvides de regarle los geranios ni de
enviarle el dinero al tío Clarence”. Como la abuela Stratton murió antes
de que él naciera, eso puede inquietarte un poco, así con el estómago
vacío, antes del desayuno, pero no es nada comparado con la sensación de
vértigo que tendrás después del café; cuando él ya esté en la escuela y
el cartero te traiga una carta del tío Clarence, de quien no tenias
noticias desde hacia cinco años, pidiéndote un préstamo para empezar un
negocio.
Hasta los padres mas avisados tienen dificultades para organizar un
horario que mantenga su validez con sus vástagos Piscis. Los horarios y
las rutinas son sus enemigos naturales, y el pequeño Pez hará cuanto su
fértil imaginación le sugiera para evitarlos. Los bebés que viven al
revés -que duermen todo el día y por la noche permanecen despiertos-
suelen ser del signo de Neptuno. Quieren comer cuando tienen hambre,
dormir cuando están cansados y jugar cuando algo, sea lo que fuere,
despierta su imaginación. Tratar de obligarles a que lo hagan en
cualquier otro momento es ardua tarea. En realidad, su actitud es
bastante sensata, pero las horas en que sienten hambre, cansancio o
ganas de jugar pueden variar considerablemente de día en día y de noche
en noche; si trataras de adaptar tu horario al de él, lo mismo daría.
Será raro que tenga pataletas, que vocifere o coja una rabieta para que
hagas las cosas como él quiere, pero te irá ganando poco a poco con sus
técnicas evasivas y de desgaste, confundiéndote hasta lograr la
capitulación. Hasta es posible que a ti misma te encante esa total
libertad. No sentirte culpable por estar tomándote un café con la vecina
a la hora en que tendrías que darle de comer, jugar al fascinante juego
de la princesa y la rana en las horas serenas y mágicas del amanecer, o
compartir con él un tazón de sopa de verduras y una jícara de chocolate
caliente, en mitad de una tarde de invierno, gris y triste, son cosas
que pueden tener un extraño atractivo. Hasta es posible que tu hijo
Piscis te enseñe que no hay que permitir que ese tonto reloj sea en tu
vida un dictador cruel e infalible. ¡Si no es más que un mecanismo de
metal que hace tic-tac!
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El niño Piscis necesitará una santa dosis de atención y apreciación.
Habrá que estar atento a él y estimularle, porque no se siente seguro de
su capacidad. Hazlo en la medida en que él lo necesita, pero respeta
también sus momentos de retraimiento. Cuando le acometa uno de sus
misteriosos ataques de soledad, déjale en paz. Su mente está a un millón
de años luz, donde tú no puedes seguirla. Regresará con tiempo de sobra
para la sopa de verduras y el chocolate caliente, solo que para
entonces habrá cambiado la hora de la merienda para cerca de medianoche.
Si te cuenta que ha estado volando en un platillo con un marciano,
créele. Es muy posible.
Los maestros se despistan siempre que intentan calzar esta clavija de
forma insólita en un agujero educacional redondo o cuadrado: es posible
que no encaje en ninguno de los dos. Probablemente tendrás que hacer
frente a múltiples conflictos entre sus peculiares métodos de
aprendizaje y las rancias rutinas de la escuela. Piscis se negará en
redondo a adaptarse a un esquema que no es el suyo. No le culpes
demasiado. Nuestro sistema educacional todavía no está a la altura de la
sabiduría neptuniana. Muchos niños y niñas Piscis tienen dotes
artísticas, y a la mayoría de ellos les encanta la música y el baile.
Independientemente de su peso, los jóvenes típicos de Neptuno son de
pies ligeros. Es frecuente que las niñitas suenen con ser bailarinas; en
cuanto a los varones, habitualmente eligen héroes del tipo de
Beethoven, Miguel ángel, los astronautas o san Antonio, con preferencia a
hombres de ciencia, presidentes o generales. Les encantan los libros de
todas clases, y el estudio de su lengua natal puede ser uno de sus
temas favoritos, ya que los Piscis son buenos narradores. Adoran las
palabras, y es frecuente que la poesía les fascine. Al principio, a los
neptunianos puede hacérseles difícil entender las matemáticas, pero mas
adelante captaran con extraordinaria rapidez las teorías abstractas,
subyacentes en el álgebra y en la geometría.
Pueden exhibir una falta de responsabilidad que tal vez resulte
frustrante. Los niños Piscis siguen sus propias reglas. Son sensibles y
es fácil que las actitudes bruscas les hieran en lo vivo; las lágrimas
pueden ser frecuentes. Son criaturas que prefieren la compañía de los
adultos en vez de salir a jugar con otros niños. Ya desde muy tierna
edad tienen una profunda sabiduría, y comprenden por simpatía
situaciones que quedan aun muy lejos de su alcance. A un niño de Neptuno
se le suele acusar de mentiroso, pero para él, lo que dice no son
mentiras; no lo hace con intención maliciosa o cobarde. Su mente joven
nada en una imaginación siempre fluyente que le susurra mil secretos,
tan deliciosos y llenos de tan pura belleza que no puede resistir a la
tentación de hacerlos vivir en el frío mundo de la realidad. Lo que
resulta terrible es que esos sueños encantadores no tardan en morir en
el suelo árido y estéril de una sociedad materialista. Tu hijo necesita
de tu compasión mas profunda para no hundirse en una triste y silenciosa
desesperación.
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Al niño Piscis, el mar le canta canciones que el nunca puede describir.
La verdad, fría, fea y desnuda, es demasiado brutal para que el la
soporte, y ocasionalmente necesita embellecerla o tratar de darle
tibieza y color con los románticos matices de Neptuno. No es justo decir
que esta mintiendo; estimúlale, en cambio, a que reúna todas sus nubes y
rayos de luna para tejer con ellos poesías, escribir teatro o pintar
cuadros. No tardará en aprender a adaptarse al mundo normal de la
brutalidad, el egoísmo, la crueldad y la codicia. ¿Por que empujarle
rudamente a él? Tal vez le cueste amoldarse a las exigencias sociales y
escolares que asfixian su individualidad, pero sus padres y sus maestros
pueden aprender de él el valor de la compasión, la comprensión, la
belleza, la tolerancia, la imaginación y la gentileza. Todo depende del
tipo de diploma que uno quiera conseguir en la vida.
Algún día, uno de los dos ganará: o la filosofía de la libertad de
expresión típica de Piscis, o el conformismo. Yo apuesto por Piscis.
Claro, que a tu cordial y afectuoso niño de Neptuno habrá que enseñarle
que la gente espera que él termine por adaptarse a los conceptos
heterogéneos y chiflados, puestos patas arriba, de que ellos se valen...
para sobrevivir, simplemente. Pero si se ve sometido a la presión
excesiva de adultos hoscos y negativos, el Pececito no encontrará el
camino hacia el otro lado del espejo. No le prives de la clave, él
necesita evadirse ocasionalmente hacia allí, para renovarse en la
auténtica sabiduría de la Reina Roja y del Caballero Blanco. Después
estará mejor preparado para enfrentarse con el mundo real hecho de
guerras, pobreza, enfermedad, éticas de la hipocresía y de la
ingratitud. Tu pececito necesita una capa protectora contra los fríos
vientos que le acometerán. Téjesela tú misma, con material recio, alegre
y optimista. Trata de entender su modo de ser neptuniano. Guíalo con
ternura, con prudencia, y cuando ya este bastante alto, es posible que
un día, de pronto, se estire para atrapar una de sus estrellas de plata y
alcanzártela. Entonces te alegrarás de no haberte reído de sus sueños.
Mejor que desde ahora vayas haciéndole sitio en la repisa de la
chimenea.
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EL JEFE PISCIS
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-Es usted viejo -dijo el muchacho-; nadie supondrá que tuviera la
vista tan clara como siempre;
y menos una anguila en equilibrio sobre las narices. ¿Cómo llegó a
darse tanta maña?
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Muestra de conversación en una oficina sobre un ejecutivo típico Piscis:
-¿Cómo se llama ese jefe nuevo que entró en la empresa la semana pasada?
-¿Te refieres al que ayer tomo café con nosotros?
-No, al que se fue esta mañana.
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Con apenas una leve exageración, ese es mas o menos el tiempo que
normalmente permanecerá Piscis en un cargo ejecutivo. Para los Peces hay
un número limitado de sectores donde pueden desempeñarse como jefes, de
manera que nos dedicaremos a ellos. En la mayor parte de las áreas
industriales y administrativas, un jefe de Neptuno es algo tan raro como
un traje de baño en el polo Norte. La gran mayoría de los hijos de
Neptuno prefieren nadar solos, sin limitaciones, para lo cual eligen
profesiones como escritor, viajante, artista creativo, actor, trovador
errante o soldado aventurero.
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Sin embargo, hay algunas actividades en las que puede hacer valer sus
talentos y convertirse en un jefe indispensable. Está indiscutiblemente
calificado para estaciones de radio, redes de televisión, agencias de
publicidad y de relaciones públicas. Si está a cargo de alguna de tales
actividades, se sentirá feliz derrochando ideas creativas procedentes de
su superabundante manantial de imaginación. Piscis no ve razón para
espetarle a nadie una verdad desnuda y a veces brutal, como hacen sin
duda otros signos solares. A diferencia de Géminis, Sagitario y
Escorpio, el Pez prefiere otra forma de actuar: opta por decirle a la
gente lo que, en su opinión, ejercerá sobre ellos el mejor efecto a la
larga, o lo que ellos quieren oír. Y no es por falta de sinceridad;
Piscis ha aprendido, por amarga experiencia, que la sociedad no quiere
oír la verdad desnuda y fría. Además, en su sentir el alma necesita un
aderezo adicional de ritual y belleza que vaya a sumarse a los meros
hechos.
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Es superlativo como director teatral y cinematográfico, y capaz como
productor también (si tiene un buen gerente para la compañía). Puede
dirigir un estudio de danza como un sueño. Al frente de una agencia de
detectives o de una oficina de investigaciones, su escalofriante
capacidad psíquica para penetrar en el misterio le llevará directamente a
los puestos clave. Muchísimas agencias de viajes tienen ejecutivos
Piscis, y por lo general con un éxito total. También se le suele
encontrar presidiendo asociaciones de caridad. Hay muchos Peces que son
hábiles directores de orquestas o de bandas, y que aparte de hacer
excelente música, no descuidan los ensayos. Como gerentes ejecutivos de
un club de golf o de un hotel, no hay quien les supere (con tal de que
cuenten como un buen tenedor de libros). Pueden dirigir una empresa
editorial progresista, una revista o un periódico, no solamente con
eficiencia, sino con brillo. Será frecuente encontrar al Pez en la
dirección de algún servicio público, y se siente ciertamente en el agua
como director de un campamento o a cargo de una iglesia o sinagoga. Pero
de allí no pasan, a no ser que sean maestros y profesores, o alcancen
algún cargo administrativo en la Facultad de Derecho o de Medicina. La
gente de Piscis no ha nacido para ser jefe, en el sentido estricto de la
palabra.
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EL EMPLEADO PISCIS
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... Era mucho más agradable en casa -pensó la pobre Alicia-, cuando
uno no andaba siempre agrandándose y empequeñeciéndose ni recibiendo
órdenes de conejos y ratones.
Casi desearía no haber bajado por la conejera... y sin embargo...
sin embargo, es bastante curiosa, sabéis, esta forma de vida.
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Con su naturaleza sensible, Piscis ha nacido para servir a la humanidad,
no para acumular poder ni construir enormes imperios. Puede ser capaz y
competente como vendedor de acciones o astuto como comerciante, pero
casi nunca ocupara puestos principales en ninguna de estas actividades.
Demasiada responsabilidad. Sin embargo, gracias a su mentalidad rápida y
despierta, y a su habilidad a veces increíble con las cifras, el Pez
puede divertirse en grande jugando con los puntos de fluctuación de las
acciones, aunque para el eso será más un juego que un verdadero trabajo.
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Si tu jefe nació en marzo, es posible que sea de los que gruñen cuando
algo les irrita. Tiene el don de las palabras, y cuando se muestra rudo,
la suya es una rudeza cáustica que puede escocer un poco, pero será
raro que lo veas en una actitud agresivamente dominante o auténticamente
despreciable y mezquina. En un momento te aturdirá con sus ideas
anticonvencionales, y de pronto, con un giro rápido y resbaloso, se
mostrará como un conformista. Al final, terminarás por entender que no
es ni un gran liberal ni un conservador cauteloso; en diferentes
ocasiones adopta cada una de esas actitudes, para mejor descubrir tus
ideas. En otras palabras, que puede ser un poquitin tramposo. Cuando tus
ideas y tu conversación le parezcan interesantes, tu jefe Piscis te
escuchará con halagüeña concentración, en silencio y con sinceridad, y
hasta es posible que te ofrezca un vaso de jerez para crear una
atmósfera de calma. Si lo que le dices le aburre, su mente divagará. Es
probable que mientras tú hablas esté evocando otra gente y otros
lugares, sin que la sonrisa desaparezca de su cara. Como todos los de su
signo son actores natos, a ti te parecerá que te atiende, pero al cabo
de un rato él se cansará de sus divagaciones mentales, advertirá que tú
sigues hablando y te interrumpirá de pronto. Entonces será él quien
hable y tú quien escuche, y eso puede prolongarse horas... y horas... y
horas.
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Es posible que haya viajado mucho, y en caso contrario, no tardará en
recuperar el tiempo perdido. Como los jefes Sagitario y Géminis, el
ejecutivo Piscis tendrá siempre una maleta preparada detrás del diván
que hay en su despacho. Y si no la tiene, debería tenerla. ¿Por qué no
se lo sugieres? Lo más probable es que le parezca una idea esplendida.
Además, saber que tiene ahí su bolso de viaje cerrado y listo para
partir puede significarle un extraño consuelo en los días tristes y
lluviosos o en mitad de un invierno húmedo y ventoso cuando siente
deseos de saltar desde la terraza de puro aburrimiento. Piscis tendrá
sus depresiones, y serán realmente impresionantes. Más vale que en esos
momentos te alejes de él, tararees alguna animosa melodía mientras
trabajas y te asegures de que no le falten su chocolate calentito ni su
mejor whisky.
Se amable con sus esposas... con su esposa, quiero decir. (Es un error
natural; junto con Sagitario y Géminis, el jefe Piscis es el que mas
probabilidades tiene de pasar por múltiples ceremonias de cambio de
anillos.) Probablemente su mujer sea una buena chica, práctica y
sensata. Si fuera tan imaginativa y original como su marido, se
ahogarían los dos en un océano de sueños y nebulosas fantasías.
El ejecutivo Piscis es un tanto parcial con quienes, en su empresa, se
revelan como pensadores creativos. Si tú tiendes más bien a la cautela
que a la estrategia imaginativa, es posible que no recibas tantos vasos
de jerez ni tantas sonrisas de camaradería, pero tampoco es probable que
te despida. Seguramente, gozará mas con los otros, pero a ti te
necesita; confía en tu sentido práctico y en tu capacidad de
organización. Es frecuente que el empleado mas inventivo, y el mas
favorecido por el jefe Piscis, se encuentre totalmente azorado y se le
acaben las ideas brillantes cuando la empresa entra en un período de
economías y el Pez le aseste gentilmente el hachazo, mientras conserva
en el presupuesto al empleado constante, de confianza y un poco pesado.
Piscis le dirá adiós con tristeza, pero es agudo juez de la naturaleza
humana, de la suya propia incluso. Por mas que disfrute de la compañía y
de las innovaciones progresistas de los empleados con capacidad
inventiva, su propia creatividad funciona mejor cuando cuenta con el
respaldo del planeamiento cuidadoso y la disciplina de una cabeza gris y
madura... aunque también puede ser joven o rubia, o castaña. La
discreción y el conservadurismo no se cuentan entre sus mayores
virtudes, y el Pez tiene clara conciencia de sus deficiencias. Siempre
podrá encontrar otro soñador entusiasta y osado cuando la situación
económica vuelva a ser buena, pero cuando los beneficios disminuyen un
tanto no pueden permitirse el lujo de prescindir del trabajador que se
quema las pestañas sobre la tarea. Entretanto, calcula que hasta que las
cosas mejoren él puede ocuparse personalmente del departamento de
sueños entusiastas y atrevidos, e incluir en el presupuesto de sueldos
algunas personas mas sensatas. Claro que no hay regla sin excepción,
pero no estará mal que causes a tu jefe Piscis la impresión de que
puedes serle serio y brillante al mismo tiempo.
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Probablemente ya estés enterado de que, para tratar con los empleados
que quieren aumentos, ha puesto a un Tauro o a un Cáncer. Es demasiado
avisado para tratar personalmente contigo; la naturaleza de Neptuno es
tal que se le hace casi imposible decir que no a otro ser humano que
tiene una auténtica necesidad, e incluso un auténtico deseo. Piscis
aprende desde muy pronto a aislarse lo mejor que puede.
Recuerda que vive en dos mundos diferentes. Una división tal en su
naturaleza puede ser causa de una personalidad confundida, pero con
igual facilidad puede redundar en brillantez. Es posible que sus ideas
sean tan abstractas como las del Pez Einstein, que en una ocasión dijo:
“Dios no arroja los dados”. Einstein aludía a que la ley de probabilidad
matemática no es necesariamente sacrosanta. Tu jefe Neptuno siente lo
mismo respecto de los procedimientos comerciales aceptados, y por lo
general el tiempo demuestra que sus primeras intuiciones son correctas,
por mas fantásticas que puedan aparecer en el momento en que él las
expresa. Es místico de corazón, y secretamente cree en lo invisible y en
lo sobrenatural, aunque pueda avergonzarse un poco de ello. No
practicará ningún rito vudu en su escritorio ni meditará en posición de
loto junto a la nevera, porque teme el ridículo si la gente descubre la
corriente subyacente de sus vibraciones psíquicas. Pero de todas maneras
lo descubrirán, aunque se esfuerce en representar el papel de realista a
ultranza.
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¿Recuerdas esa ocasión que te dejó el corazón destrozado un novio que se
hizo humo, llevándose consigo el anillo de compromiso y todos tus
sueños? Como quien no quiere la cosa, tu jefe Piscis te invitó a cenar,
te llenó la triste cabeza con los más amables halagos y después te llevó
al teatro. A la salida, te acompañó a los camerinos, te presentó a los
principales actores e invitó a todo el mundo a tomar una taza de caldo.
Con la comida y el vino y la conversación chispeante, consiguió que
dejaras de pensar en el veleidoso galán. Aunque a veces se mostraba
deliberadamente gruñón, para no ponerse en evidencia, durante muchas
semanas siguió poniendo en práctica pequeñas tretas que te levantaron el
ánimo, hasta que la herida dejó de dolerte. Tú no habías hablado de la
ruptura con nadie en la oficina. Entonces, ¿como supo él que necesitabas
ayuda para superar el mal trago? La gitana que un día le leyó la
buenaventura en las líneas de la mano podría habértelo dicho.
Inmediatamente se dio cuenta de que tiene una extraña marca en la palma,
que indica que es un genio de la compasión. No andan por ahí muchos que
la tengan. Por eso Piscis es un Pescado tan raro.
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