.
LOS GEMELOS
Del 22 de mayo al 21 de
junio
Elemento: Aire
Cualidad: Mutable
Polaridad: Masculina (Yang)
Planeta regente: Mercurio
Casa: 3
Metal: Mercurio
Piedra: Berilio, Ojo de tigre, Topacio
Color: Amarillo, grises
Constelación: Géminis
.
Hace falta que corras todo
lo que puedas para seguir en el mismo lugar.
Si quieres ir a alguna
parte, ¡tendrás que correr con doble rapidez!
COMO RECONOCER A GÉMINIS
.
...No quiero que sigas
apareciendo y desapareciendo tan súbitamente.
¡Si le das a una vértigos!. Y
esa vez desapareció muy lentamente, empezando por la punta de la cola y
terminando por la sonrisa, que se mantuvo ahí durante un tiempo después
que todo lo demás.
.
.
Si alguna vez un Géminis te
hace pensar, lector, que estás viendo doble, no te pongas otras gafas.
Recuerda simplemente que Géminis es el signo de los Gemelos, y que en su
personalidad cambiante hay dos lados bien distintos. Ahora lo ves,
dentro de un momento no. ¿Era amor lo que te pareció distinguir al vuelo
en la movilidad de esos rasgos? ¿Odio? ¿Éxtasis? ¿Inteligencia?
¿Idealismo? ¿Tristeza? ¿Alegría? Los cambios mercuriales de la expresión
de Géminis son tan fascinantes de observar como las luces psicodélicas
en una discoteca. Es difícil decir dónde termina la realidad y comienza
la ilusión. Ambas se mezclan... y luego se separan.
Saber dónde hay que buscar
estas versátiles criaturas requiere pensarlo un poco de antemano.
Géminis puede estar en un lugar hoy y en otro mañana. Y súbitamente,
vamos. Los Gemelos pueden cambiar de ropa, de trabajo, de amor o de
residencia con la misma rapidez con que cambian de opinión... cosa que
hacen muy deprisa. Si quieres encontrar un ejemplar bueno para estudiar
tendrás que moverte mucho. Podrías intentar en una librería, donde los
Géminis suelen andar husmeando, ya que con una rápida lectura de las
paginas son capaces de captar lo esencial del contenido. (No fue
casualidad que John F. Kennedy practicara la lectura rápida.) La gente
de Mercurio tiene también el desagradable hábito de empezar a leer por
la última página. Si conoces a algún Géminis que alguna vez haya leído
un libro desde el comienzo hasta el final, sin aburrirse por la mitad,
envíalo como curiosidad al circo, o estudia su carta natal para ver si
tiene ascendente Tauro, Capricornio o uno de los signos mas
persistentes. A Géminis le gusta leer un libro con movimiento de
lanzadera, y la misma forma de acción prefiere también con otras cosas,
aparte de la lectura.
Con toda seguridad te
encontrarás con uno o dos Gemelos flotando por los pasillos y batiéndose
en un duelo de ingenio con la gente, en estaciones de radio, empresas
de relaciones públicas, editoriales, locales de exposición y venta de
automóviles o agencias de publicidad, si es que puedes atrapar a alguno
entre una reunión y otra. Y cuando encuentres a este personaje fluido
como el mercurio, estúdialo cuidadosamente, aunque con sólo seguirlo de
un lado a otro quedarás agotado. Lo primero que observarás es una
energía nerviosa que cruje, chisporrotea y restalla en el aire en torno
de él. Si tiene la Luna en Escorpio, Libra, Cáncer o Capricornio, es
posible que no vibre con un chisporroteo tan evidente, pero las demás
manifestaciones estarán latentes y percibirás su presencia por debajo de
la influencia de las otras posiciones planetarias. A veces se encuentra
uno con un Géminis que habla lentamente, pero la mayor parte de ellos
lo hacen con extraordinaria rapidez. Todos son rápidos para escuchar.
Hombre o mujer, el nativo de
Géminis se impacienta con los conservadores que se quedan estancados, o
con la gente que es incapaz de decidir su posición en un momento dado.
Géminis sabe cual es su posición, por el momento al menos.
A no ser que tenga un
antecedente en conflicto, físicamente Géminis da sujetos delgados,
ágiles y de altura superior a la media. Muchos de ellos tienen rasgos
finos y nítidos, como si estuvieran tallados en un camafeo. Se
encuentran algunos de ojos oscuros, sin duda, pero la mayor parte de los
regidos por Mercurio tienen hermosos ojos castaños, azules, verdes o
grises, claros como el cristal y que continuamente destellan y se mueven
de un lado a otro. Géminis jamás deja descansar los ojos en el mismo
objeto durante más de algunos segundos. De hecho, la rapidez con que
mueve los ojos suele ser la manera más fácil de reconocerlo. Suele ser
de cutis pálido, aunque generalmente se broncea fácilmente, y esto sirve
para distinguirlos en verano. (En invierno es frecuente que estén
quemados por el sol y el viento de las pistas de esquí.)
Géminis exhibe una cierta
cualidad ansiosa, una inmediata y amistosa simpatía, y es de movimientos
excepcionalmente rápidos, no exentos de gracia. Pueden ser de pelo
claro u oscuro, o ambas cosas... veteados, digamos. Los Gemelos,
¿recuerdas? Es probable que tengan nariz larga y recta, o diminuta, y en
todo caso, bien formada. Una calva incipiente es común entre los
hombres (debido a la intensa actividad cerebral, tal vez), y es
frecuente que ambos sexos presenten frente alta y despejada.
Generalmente, es un error tratar de inmovilizar a Géminis en un lugar o en una idea. Y lo es siempre desafiarle a una batalla de ingenio, ya que con la mayor facilidad se vale de la lengua para armar y desarmar situaciones. Piensa con rapidez cuando está de pie (o en cualquier posición); puede ser ácidamente satírico y es mas despierto que casi todo el mundo. Hay mercurianos que encuentran un perverso deleite en desconcertar a los espíritus más lentos con la vertiginosa rapidez de sus procesos mentales. ¿A quién le gustaría enzarzarse en una discusión con el Géminis Bob Hope?
A veces, uno tendrá la
impresión de que las personas nacidas en junio aterrizan junto a uno,
como pájaros curiosos, echan un vistazo inquieto a la escena y se van
volando en dirección totalmente diferente antes de que se haya tenido
tiempo de saludarles. Yo suelo encontrarme con un amigo Géminis en un
bar, a comer un trozo de pastel de queso y charlar un rato.
Tiene entre treinta y cinco y
cuarenta años, pero parece un estudiante universitario; típico de la
apariencia intemporal de Géminis. Durante un rato conversamos
agradablemente, interrumpiéndonos uno a otro y pasando ágilmente de uno a
otro tema. En el momento en que yo busco en mi bolso la polvera o el
bolígrafo, al levantar la vista... como si fuera el artista de las
desapariciones en un número de magia, mi amigo Géminis se ha hecho humo,
llevándose consigo la cuenta. (Los ejemplares menos evolucionados del
género se aprovechan de esta agilidad para dejarle a uno que pague.)
Cuando él opta por disolverse de esta manera, yo miro ansiosamente por
el local y de pronto ahí lo veo... haciendo una llamada telefónica o
saludándome alegremente con la mano mientras se escurre por la puerta
rumbo a Dios sabe dónde.
El Géminis de quien hablaba se
comprometió hace poco con una encantadora muchacha Acuario (si alguien
puede seguirle el Juego a un escurridizo Géminis, ese alguien es
Acuario), y una semana antes de la boda, uno habría apostado cualquier
cosa a que de alguna manera conseguiría zafarse del nudo, a que no
llegaría a tiempo a la iglesia. Pero llegó. Los Géminis le pueden dar a
uno grandes sorpresas, sobre todo cuando están enamorados.
Una de mis Géminis favoritas es
una mujer de Mercurio que -típicamente- tiene un servicio de tele-radio
llamada en Nueva York. Hasta hubo una obra de teatro basada en su vida.
Debido tal vez a las veinte horas diarias que se pasaba pegada al
teléfono, no tiene en sus pies la misma agilidad que tenía cuando
trabajaba como corista en Broadway. Claro que no se puede decir que sea
ágil alguien que rara vez puede apartarse del conmutador, pero así y
todo da la impresión de andar volando, aunque esté inmóvil. Como la
mayoría de las mujeres Géminis, es bonita de rostro y sumamente
interesante; cada uno de sus rasgos denota inteligencia, y sus manos,
móviles como el mercurio, parecen pájaros que aletearan en el aire. Mi
amiga se vale de mas encanto e ingenio de lo que hay derecho a tener
para resolver alegremente los problemas de todo el mundo en menos tiempo
del que lleva guiñar uno de sus límpidos ojos azules. Yo la he visto
encontrar una baby-sitter y dos hamsters para un cliente, hacer la lista
del supermercado, extender treinta y dos cheques (una de sus
ocupaciones favoritas), telefonear a un productor de Broadway que estaba
paseándose en su yate por el Caribe, enviar nueve telegramas, doblar la
ropa traída de la lavandería, programar la semana de trabajo para sus
telefonistas, encontrar la corbata azul de su marido, anotarle la
dirección de la tienda donde podía encontrar los peces tropicales que
quería su hijo, tomar cuatro fotos Polaroid del perro, recibir y
comprobar las cuentas del mes (es cierto que después las archivó
distraídamente en el cesto de los papeles), ayudar a una oficina de
repartos a encontrar una actriz que hablara seis idiomas y despertar por
teléfono a doce clientes; todo eso en el término de poco mas de una
hora y sin levantarse de su sillón giratorio. A ver quien es capaz de
hacer más.
El secreto está en la
naturaleza dual de los Géminis. Son capaces de hacer dos cosas a la vez
con menos esfuerzo del que necesitamos la mayoría de nosotros para hacer
una sola. Es común que las mercurianas estén planchando, dándole de
comer al bebé y hablando por teléfono, todo al mismo tiempo. Hasta hay
quien jura que todos los de Géminis nacen con un teléfono en cada mano.
Cualquier tipo de rutina puede
hacer que un Géminis típico se sienta como un pájaro triste, enjaulado y
con las alas cortadas. Son gente que no aguanta los trabajos penosos y
monótonos. Por lo común, no son las almas mas puntuales que hay en el
mundo (a no ser que casualmente tengan ascendente Virgo, porque entonces
son verdaderos despertadores humanos). El Géminis típico, sin embargo,
llega siempre tarde, no porque se olvidó de la hora sino porque por el
camino se encontró con algo que le llamaba la atención y se desvió. La
inquietud de la naturaleza mercuriana exige una excitación y un cambio
constantes para no desalentarse ni ponerse de mal humor.
Quien tenga un amigo Géminis habrá experimentado ya probablemente uno de sus rasgos típicos, que puede ser terriblemente molesto. Digamos, lector, que te sugiera alguna actividad, que puede ser darte una vuelta por su apartamento (rara vez tendrá una casa, que es algo demasiado permanente para él), ir a ver una vieja película de Humphrey Bogart que ponen junto con un western excelente (programa doble, claro; con él nada es simple), ir a jugar un rato al minigolf o tomar unas copas en algún bar. Tú estás cansado y te ibas para tu casa. De todas maneras se lo agradeces, pero prefieres no ir. Géminis lo discute contigo y te convence. Abriendo muy grandes sus ojos azules (o verdes o castaños) de bebé, te envuelve en un capullo de fascinación. Habla tan rápido y con una sonrisa tan persuasiva que, finalmente, tú cedes. Irás. Ahora resulta que Géminis tiene un par de diligencias que hacer, de manera que dice que os encontrareis en la esquina dentro de una hora, más o menos. Eso tú no te lo esperabas, de manera que empiezas a echarte atrás, pero él insiste con su técnica y finalmente quedas de acuerdo en encontraros. Realmente, es un opio tener que matar esa hora, sin contar que a ti te duelen los pies, pero te las arreglas y a la hora convenida te dejas caer por la esquina. Él llega media hora atrasado y un poco sin aliento.
¿Sabes qué? Pues cambió de
opinión. Realmente, ya no da más. Ha decidido dar el día por terminado,
meterse en la cama y dejar todo lo demás para mañana por la noche. A ti
te da lo mismo, ¿no es cierto? Llegados a ese punto, sólo un Géminis es
capaz de evitar un directo a la mandíbula, y él lo evita. Tú le
perdonas, y lo mas ridículo de todo es que te encuentras con él a la
noche siguiente, como si fuera lo mas 1ógico del mundo. Eres tú el único
culpable por sucumbir al irresistible fervor vendedor de Géminis. Si a
la noche siguiente te vuelve a dejar en la estacada, pues ya te lo
debías haber visto venir. Te lo tienes merecido por dejar que te
engatuse.
En todos los nacidos en junio
hay una necesidad profundamente arraigada de disfrazar sus verdaderos
motivos. Como los Piscis, sienten la compulsión de conducirse de manera
exactamente opuesta a sus verdaderos deseos. Pero esta pasmosa
versatilidad de Géminis, unida a su facilidad de palabra, hace de ellos
estupendos políticos, por no decir que son expertos en el campo de las
relaciones humanas. Géminis sabe cómo apartar a cualquiera de sus más
firmes convicciones. Con su karate mental, puede convertirle a uno en un
nudo como esos bizcochos que llaman pretzel, conseguir que la víctima
esté de acuerdo con él y que, además, esté encantada con lo que le
hacen. Y si se presenta alguna complicación, Géminis sabe
instintivamente cuales son los puntos débiles de cada cual y es capaz de
valerse de la rapidez de su mente y de su lengua despiadada para
aprovecharse de ellos.
Pasa algo raro con Géminis y el arte de escribir. Géminis es el signo solar que rige esta actividad y, por ende, prácticamente todos los nacidos bajo la influencia de Mercurio son capaces de decir una frase ingeniosa y de hilvanar con inteligencia las palabras. Los Géminis que escriben, ya sea discursos, anuncios, obras de teatro o libros, se cuentan por momentos. Pero los libros serán novelas, libros de texto, ensayos o biografías. Es muy raro encontrar a Géminis escribiendo la historia de su vida. Y rarísimo tropezar con uno a quien le guste escribir cartas personales. Al nativo típico le molesta en gran manera contestar correspondencia, y puede demorarse semanas enteras.
Es posible que al principio
parezca contradictorio, pero la cuestión se aclara cuando uno recuerda
la renuencia de los mercurianos a verse encasillados en una opinión. No
se deciden a poner sus pensamientos sobre el papel porque
instintivamente saben que es posible que su opinión de hoy no sea la de
mañana, y no quieren comprometerse por escrito. No son muchos los
Gemelos que necesitan que su abogado les advierta: “Dígalo, pero no lo
escriba”. Ellos ya nacieron con ese mecanismo de defensa. Es
sorprendente el número de escritores Géminis que prefieren usar
seudónimo, e incluso un Géminis del montón terminará por encontrar
alguna razón para adoptar un alias, ya sea un cambio completo, alguna
modificación en el nombre, o por lo menos un mote. La regla es tan
constante que se puede apostar con todos los Géminis que uno conozca
seguro de que ha de ganar.
Casi todos los Géminis
entienden o leen más de una lengua, y la favorita es el francés. De una
manera o de otra, Géminis triunfará con las palabras. Afiló sus dientes
mordiendo un diccionario enciclopédico. Es capaz de venderle cubos de
hielo a un esquimal, o sueños a un pesimista. Y si llegas a atraparlo en
algún fallo, lector, el mercuriano es capaz de cambiar con tal rapidez
de tema, y es tan diestro para apartar de sí los reflectores, que el que
terminará puesto de espaldas sobre la alfombra serás tú y no él. A
veces, la tendencia de Géminis a embaucar a la gente puede llevarle a la
deshonestidad y a actividades criminales, pero no con tanta frecuencia
como te lo habrán hecho creer. Aunque sus talentos puedan arrastrar a
algún que otro mercuriano a vivir en una telaraña de mentiras y engaños,
la mayor parte de ellos son demasiado idealistas para llevar una vida
de ese tipo. Así y todo, hay que admitir que Mercurio los hace
especialmente dotados para el éxito en este campo, y que si les da por
ahí pueden ser brillantes artistas de la estafa. Con su destreza manual,
si deciden vaciar un bolsillo, falsificar un cheque o imprimir un
billete de diez dó1ares, por lo menos lo hacen con sumo cuidado y es
raro que los atrapen.
Si te encuentras con un locuaz
vendedor de coches usados que nació en junio, y que te asegura que el
Studebaker azul no tuvo mas que un solo propietario -una ancianita que
solamente lo usaba para ir a la iglesia los domingos por la mañana- lo
prudente será que preguntes por el nombre de la iglesia y vayas a hablar
con la ancianita (a menos que ella también sea Géminis). Pero, dejando
de lado la broma, salvo que las influencias y posiciones planetarias de
la carta natal sean marcadas, la mayoría de los Géminis son honrados, y
algunos de ellos hasta la exageración. Aparentemente, se van de un
extremo al otro.
Sin embargo, todos, desde el ladronzuelo al estafador y al ciudadano impecable, serán incapaces de resistirse a darle una ligera mano de barniz a un relato, de vez en cuando. Claro que eso no es mentir; simplemente es imaginación.
Como promotores, todos los
mercurios son absolutamente soberbios. Nadie los iguala, ni siquiera
Aries. Es posible que en nada de lo que promueven haya gato encerrado,
pero es poca la gente con la fortaleza suficiente para defenderse de la
combinación de encanto y de inteligencia con que les envuelve Géminis, y
eso ya equivale a jugar con ventaja. Y cuando un Géminis respalda un
proyecto digno, y se pone a vender algo que la humanidad necesita y
desea profundamente, los ángeles le sonríen, y podemos agradecer a los
que han nacido bajo este signo solar muchos logros grandes y perdurables
que han sido beneficiosos para todos. Todos los de Mercurio son
vendedores de corazón, incluso los que se convierten en sacerdotes
jesuitas o misioneros protestantes. Vamos a demostrarlo con dos ejemplos
totalmente divergentes. John F. Kennedy, que era Géminis, le vendió al
mundo entero un ideal resplandeciente, y Michael Todd, que también era
Géminis, le vendió algunos sueños a Broadway. Cada uno a su manera, era
hijo de Mercurio. Y hay que añadir que tanto el mundo como Broadway
están muy atiborrados, y no es fácil venderles más.
Los Géminis necesitan el doble
de sueño que cualquier otro mortal, para compensar la actividad de su
cerebro. Lamentablemente, son tan susceptibles al insomnio que rara vez
duermen lo suficiente. Sin embargo, es muy necesario que se esfuercen
por descansar, descansar y descansar, para reparar esos nervios que
parecen cables pelados y renovar las hiperactivas células cerebrales,
porque en ellos el agotamiento nervioso es una amenaza constante.
También necesitan toneladas de aire fresco y no contaminado, y todo el
sol que puedan tomar, para no acabar en algún hospital. La falta de
cualquiera de estas cosas, sumada a la supresión de la actividad, puede
hacer que Géminis sea susceptible de sufrir accidentes que afecten a los
hombros, brazos, manos y dedos. También los pulmones pueden ser
débiles, lo mismo que los intestinos. Los problemas que afectan a los
pies, la espalda, la eliminación, así como la artritis, el reumatismo y
las jaquecas, son siempre posibles entre los mercurianos que descuidan
su salud. Lo raro es que Géminis es más propenso a colapsos emocionales
provocados por el aburrimiento y el encierro que por exceso de
actividad.
En lo profundo de su naturaleza
indagadora e impaciente, Géminis busca un ideal, y su principal
problema consiste en saber cual es. Podría ser cualquier cosa, ya que su
imaginación no conoce límites. Dinero, fama, riquezas, amor, triunfo
profesional..., nada es suficiente. Mercurio siempre atrae a Géminis más
y más alto, y más y más adelante, con la seductora promesa de algo
siempre un poco mejor. La hierba del otro lado del camino siempre parece
más verde. El cielo es más azul sobre otros océanos. Las estrellas
brillan más en otras latitudes.
¿Qué es lo que busca? Tal vez
algún oculto continente, aun sin descubrir, dentro de sí mismo. Géminis
es el explorador de la mente.
Sus ojos son agudos y sus
talentos múltiples. Su humor es brillante, y tiene tacto, diplomacia y
destreza, pero le falta paciencia y constancia. Está demasiado dispuesto
a deshacerse de algo viejo y precioso por algo nuevo y sin probar, y
después vive lamentando lo que hizo. A pesar de que es mucha la gente
que le rodea, sus emociones mas profundas las comparte únicamente con su
único compañero constante: el gemelo que lleva dentro de sí. El aire es
su elemento y su hogar. Géminis es ajeno a la tierra.
El encanto de Géminis puede
inducir a un pájaro a descender del árbol para aprender de él cinco
canciones nuevas. Pero la mercurial inquietud de su mente puede hacer
que fácilmente pase por alto el pájaro azul de la felicidad, que año
tras año espera ansiosamente en su propio huerto. Prefiere los colores
claros, amarillos, verdes y azules, plata y gris, y sus estados de ánimo
son un reflejo de la destellante aguamarina, su piedra.
Leve de tacto, encuentra un eco
en la delicada fragancia del lirio del valle, y ha inhalado la fresca
promesa de los más verdes helechos en lo más profundo de la selva. Pero
el frío mental de Mercurio divide a Géminis con deseos gemelos... hasta
que se detiene, y espera, y escucha los latidos de su propio corazón.
.
PERSONALIDADES GÉMINIS FAMOSAS
Bennett Cerf, John Dillinger,
Arthur Conan Doyle, Bob Dylan, Duque de Edimburgo, Ian Fleming, Errol
Flynn, Judy Garland, Paul Gauguin, Thomas Hardy, Bob Hope, Al Jolson,
John F. Kennedy, Beatrice Lillie, Marilyn Monroe, Cole Porter, Rosalind
Russell, Francoise Sagan, Wallis Simpson, Michael Todd, Rodolfo
Valentino, Walt Whitman, Frank Lloyd Wright, Brigham Young.
Marilyn Monroe
EL HOMBRE GÉMINIS
.
Podría contarte mis
aventuras empezando por las de esta mañana... Por lo menos esta mañana,
al levantarme, sabía quien era, pero creo que debo de haber cambiado
varias veces desde entonces.
Estar enamorada es algo que le
da a una gran sensación de cálida seguridad. Es un consuelo celestial
saber siempre que hay alguien cuando una lo necesita, que ya no hay por
que seguir andando sola. Todas las dudas que conociste antes, lectora,
se evaporan como el rocío... a menos, claro, que te hayas enamorado de
un mercuriano, que puede reducir esa cálida “seguridad”. Con Géminis
será mucho mas realista que si lo mandas a buscar el pan el lunes, no lo
esperes de vuelta hasta el jueves. Nunca lo busques si no le ves venir,
ni te le cuelgues de los faldones de la americana cuando quiera irse.
Una vez que te hayas adiestrado
en la aceptación de su espíritu inquieto e impredecible, es posible que
las cosas funcionen, pero no insistas en el “consuelo celestial de
saber siempre que hay alguien cuando una lo necesita”. Probablemente
jamás estés segura de cuando va a estar este hombre en ninguna parte, de
modo que eso puede seguir manteniendo en ti algunas de las dudas que
supuestamente se disipan con el romance. Es verdad que si estás
enamorada de un Géminis no estarás sola. Eso, seguro que no. Tendrás por
lo menos dos hombres que anden contigo... y los dos serán él. Ya sabes
que nació bajo el signo de los Gemelos, pero en su caso, no se trata
jamás de verdaderos gemelos, de mellizos idénticos. La naturaleza dual
de Géminis combina dos personalidades completamente diferentes. Hasta
podría ser que te vieras envuelta con uno de esos mercurianos que son
trillizos o quintillizos, y en ese caso no te faltaría abundante
compañía, ni siquiera cuando estuvieras sola con él.
El Géminis típico es el
favorito de las amas de casa. Le gusta la gente; cuanta más gente hay,
mas contento está. Es raro el mercuriano que no sea una perfecta delicia
como conversador. Tiene un gusto exquisito, es pródigo en comentarios
ingeniosos, y sus cumplidos son obras maestras de cálida sinceridad. Con
su habitual e impecable dominio de los modales y su instinto social, es
quien mantiene la fiesta, en más de un sentido.
¿Conoces ese juego que se llama
la caza del tesoro, en que las parejas deben conseguir los objetos de
una lista disparatada, como un pelo de la cabeza de una famosa estrella
de cine y un trozo de secante que hay sobre el escritorio del jefe de
policía, y en el que gana el premio la pareja que ha reunido mas cosas
de la lista? Es la diversión favorita de Géminis, porque combina el
mayor contacto posible con toda clase de gente con la mayor oportunidad
posible de ir de un lugar a otro, y al mercuriano le encantan ambas
cosas.
Si llegas a conocerlo en una
reunión social donde él esté representando su fascinante acto de las
personalidades múltiples, no tienes salvación: quedarás convencida de
que es el hombre más atractivo, interesante e inteligente que hayas
encontrado jamás. Eso, nadie podría discutírtelo; es probable que lo
sea, y no es raro que tú estés excitada e impresionada. Pero antes de
que por él te decidas a cambiar de apellido, asegúrate de que eres capaz
de hacer frente a un destino incierto con un hombre cuyos caprichos
pueden cambiar con el viento, y cuyas metas en la vida pueden ser
completamente distintas antes de que hayáis terminado la luna de miel.
“¿Es que me contradigo?”, escribió una vez el Géminis Walt Whitman,
“...Contengo multitudes”. Lo supiera o no, estaba resumiendo en esas
palabras la naturaleza de Mercurio.
Es posible que un día tu galán
Géminis aparezca con un mono parlanchín encaramado en un hombro y te
invite a ir a un circo de pulgas. Te traerá flores, perfume, un disco o
un par de libros, y hasta posiblemente uno del que él es autor. Las
horas pasarán en un soplo mientras tú gozas, feliz, en su cordialidad,
te ríes de sus ingeniosos chistes y te derrites bajo su encanto cálido y
alegre. Géminis te dirá “Te amo” de cien maneras diferentes, como no
podría hacerlo nadie mas en el mundo.
Al día siguiente te llamará por
teléfono para deshacer una cita sin ningún motivo aparente, y tú
empezaras a imaginarte toda clase de cosas. ¿Hablaba en broma cuando
dijo que te amaba? ¿Estará saliendo con alguna otra chica? ¿Tendrá algún
problema? Es posible que tus temores tengan fundamento, pero también es
posible que no lo tengan. Una semana después, Géminis reaparece, lleno
de comentarios sarcásticos, malhumorado e irritable. Se mostrará
impaciente, crítico y quisquilloso. Es posible que critique tus zapatos,
tu lápiz de labios o tu gusto literario, y que esté carcomido por dudas
sobre la posibilidad de que lleguéis a ser felices juntos. Claro que
también es posible que se le vea hosco y preocupado, mentalmente
distante, lejano. Y de nada sirve preguntarle por qué: no obtendrás
ninguna respuesta coherente.
Si sobrevives a esa
experiencia, al cabo de pocos días mas estarás visitando una galería de
arte, un teatro, un museo o biblioteca con tu cortejante Géminis,
absolutamente hipnotizada por sus conocimientos y por la amplitud de sus
intereses. Le encontrarás excepcionalmente tierno, lleno de sueños
frágiles como mariposas y de dulces esperanzas para el mañana. Entonces,
te propondrá el matrimonio. Así, con la rapidez del relámpago. Y tú,
olvidada de los truenos y de los nubarrones, y de toda la lluvia que ya
viste caer, le contestarás que sí antes de que cambie de parecer y...
ahí estás, comprometida con un enigma.
Sí, enigma he dicho. Si esperas
otra cosa, digamos un hombre estable y paciente que se muestre siempre
gentil contigo mientras el amor y la vida se desenvuelven con la calma
de una góndola que se pasea por los románticos canales venecianos,
entonces van en la misma dirección que una calesita: en círculo.
Bájate a toda prisa sin pensar
que podías haberte ganado el anillo. No dejes que la música, ligera y
alegre, te engatuse y te haga ir en pos de una escena pintada de colores
que no son nunca los mismos, y en la que tan pronto puede aparecer un
gris deprimente como un radiante amarillo o un sedante azul. Si eres una
romántica incurable que pretende encontrar la armonía perfecta, corres
algo más que cierto peligro.
Diga lo que diga el resto de su
carta natal, si el Sol estaba en Géminis cuando el nació, este hombre
no seguirá estando mañana donde está hoy, ni conservará de ayer ningún
recuerdo perdurable. De una manera o de otra, cambiará. Es cierto que
los cambios pueden ser siempre para mejorar, que es posible que apunte
constantemente a metas más altas. Pero eso nunca podrás saberlo con
certeza. Si tienes alma de jugadora, es posible que con él tengas suerte
y te encuentres celebrando tus bodas de oro en medio de una gloriosa
armonía mental y emocional. Pero los buenos jugadores saben cuales son
las posibilidades antes de hacer su apuesta. Asegúrate de que tú las
sabes. Dos raras excepciones a la inestabilidad geminiana son,
aparentemente, el presidente Kennedy o la reina Victoria de Inglaterra.
Sin embargo, no olvides que John Kennedy tuvo siempre múltiples
intereses que cambiaban constantemente, y la reina Victoria (que por su
posición planetaria se acercaba mucho a Tauro) introdujo muchos cambios
importantes en las costumbres de su país. De todas maneras, entre
nosotros no hay muchos que se casen con reyes, reinas o presidentes, a
quienes las circunstancias han obligado a madurar y a adaptarse a una
pauta establecida.
Un excelente ejemplo de la
dualidad de expresión de Géminis es la confesión de una mujer que fue
víctima de ella. El Mercurio era un productor cinematográfico y la mujer
una famosa actriz, una morena nacida bajo el signo de Piscis. Después
de un fin de semana que ella y otros signos pasaron como invitados en el
yate de Géminis, y durante el cual el huésped se mostró con ella
abiertamente insultante, grosero y distante, en forma alternativa, la
actriz se sentía desalentada e intrigada.
No se que es lo que le pasa
-comentó-. Supongo que me odia. Yo jamás le he hecho nada, y sin embargo
casi no me ha dirigido la palabra durante todo el fin de semana. Ah,
pero es que... vaya si ella le habrá hecho algo: había hecho que Géminis
se enamorara de ella, y con la seriedad suficiente para que se casara
con la actriz poco después del incidente. ¿Pero cómo reaccionó al tomar
por primera vez conciencia del amor que sentía por ella? Como si su
amada hubiera sido Lucrecia Borgia.
Es probable que esa experiencia
no impida que las lectoras se zambullan en un romance con un hombre de
Mercurio, pero tal vez les calme el dolor de las heridas a algunas
chicas que hayan venido padeciendo la frialdad de un Géminis que está,
casi con seguridad, perdidamente enamorado de ellas, pero que lo oculta
cuidadosamente por sus propias e insondables razones. Géminis tiene una
necesidad inconsciente de disfrazar sus verdaderas intenciones, de
entablar con los otros una suerte de esgrima verbal y de encubrir sus
motivos con acciones duales.
En general, buscarán
confundirte. Después, con la característica incongruencia de Géminis,
harán un giro de 180 grados y se mostrarán tan directos que te dejarán
poco menos que sin aliento con su franqueza y brusquedad.
Con Géminis, el amor es fácil y
divertido, siempre que no trates de aproximarte demasiado. Hay un
núcleo íntimo que sólo le pertenece a él, que jamás compartirá con otro
ser humano, ni siquiera contigo. Mantén las cosas calmas y no te
muestres abiertamente apasionada ni dramática. No le aburras, interésale
siempre, y tu romance con Géminis puede ser muy especial. No te rebeles
contra su versatilidad; cambia con él. Mantente tan alerta, interesante
tanto por la vida como él. De otra manera, tu amor podría no ser mas
que... una de esas cosas. Mercurio busca, por encima de todo, una
compañera mental, que esté a la altura de su ingenio, que incluso pueda
superarle de vez en cuando, porque no es egoísta. Es muy realista y
disfruta de los desafíos mentales. Lo último que quiere es un felpudo o
una ratita aburrida. Deja que a través de tu imaginación femenina se
trasluzca el cerebro, que eso no le asustará, como podría pasar con
otros hombres. Le hará girar en la dirección debida: hacia ti.
Géminis tiende a dejar a los
viejos amigos por otros nuevos, pero eso no significa que no tenga
corazón. Su propia personalidad fluctúa y avanza de manera tan
inevitable que para los de este signo es natural buscar a quienes
armonizan con sus intereses del momento. Para Géminis, donde cuelga su
sombrero está su hogar. Es raro que muestre apego profundo y duradero
hacia recuerdos, lugares, personas y cosas del pasado.
Durante un largo período de
soledad, es posible que el mercuriano vierta algunas lágrimas
sentimentales, pero la causa esta mas bien en la soledad que en la
nostalgia del ayer. Es sociable y le enferma -cuando no le da pavor-
estar solo durante mucho tiempo. Si puedes hacerle llegar el mensaje de
que tú serás una pareja que esté siempre próxima, pero sin depender de
él ni esperar que él dependa de ti, es probable que se avenga a firmar
un contrato a largo plazo. Pero ten en cuenta algunas cosas. Muchos
Géminis se casan más de una vez, aunque los matrimonios múltiples se
darán con más probabilidad si se casan demasiado jóvenes que si esperan a
la madurez. No todos los Géminis tienen dos esposas, pero de casi
cualquier cosa sí tienen dos: tal vez dos coches, dos apartamentos, dos
títulos universitarios, dos trabajos, dos sueños, dos animales mimados,
dos afeitadoras, dos pasatiempos favoritos, dos ambiciones. Para
Géminis, el dos es un tic.
Tengo un excelente amigo
Géminis, Frank Blair, reportero de la NBC, que hasta se toma sus
vacaciones anuales en dos épocas distintas del año. ¿Sus pasatiempos?
Pues, pilotea su propio avión, navega en su propio yate y juega
mediocremente al golf. (No estoy segura, pero creo que Frank puede ser
uno de los Géminis trillizos.) Toca dos instrumentos musicales, tiene
montones de hijos, montones de premios y de trofeos en las paredes de su
oficina en la NBC, montones de amigos, dos trabajos en la radio, dos
afeitadoras eléctricas en su escritorio y por lo menos una docena de
sueños y de proyectos a la vez, que cambian cada seis meses más o menos.
En cambio, tiene una sola esposa. (Debe de tener ascendente en Cáncer o
en Tauro.) Observa además que la radio es una ocupación típica de
Géminis; Mercurio rige las comunicaciones y las noticias.
Indudablemente, Frank tiene el encanto de Géminis y su habilidad manual.
Es frecuente que esté sirviéndose un vaso de zumo de tomate, dictándole
a su secretaria, telefoneando a su mujer, afeitándose y ordenando sus
papeles, y de alguna manera, lo hace todo al mismo tiempo. Los Géminis
son expertos en prestidigitación.
En asuntos financieros
predomina también la dualidad. Un mercuriano puede ser de una
generosidad fabulosa y después, bruscamente, mostrarse avaro. Si
calibramos las dos actitudes gemelas, yo creo que gana, con mucho, la
generosidad. Géminis tiene pocos deseos de acumular, ya sea dinero o
conocimientos. En cualquiera de los dos casos, prefiere absorber,
seleccionar y devolver mejorado. Es el comunicador cuya función es crear
ideas siempre nuevas y originales y servir a los demás mediante la
versatilidad de sus procesos mentales, rápidos y brillantes.
¿Si te será fiel? A su manera
si, claro. Hay mil respuestas a esta pregunta, cuando hablamos de
Mercurio. A él le gusta conversar y le gusta estar con gente. Tiene
también un extraño atractivo para las mujeres, de modo que no faltará
ocasión de murmuraciones y sospechas. Pero puedes contar con una cosa:
es raro el Géminis a quien su sentido de honestidad, profundamente
arraigado, le permita ser falso en sus acciones si tú tienes fe en él.
Quiero decir, verdadera fe y verdadera confianza, no de esas que
secretamente ocultan una duda. Mercurio percibirá siempre si estás
dudando en secreto, es frecuente que su mente intercepte tus
pensamientos como si estuvieras enviándole una emisión por radio. Sin
embargo, no es buena idea esperar que un marido Géminis desanime a todas
las mujeres, simplemente porque lleva anillo de casado. Las mujeres
forman parte de la escena y Géminis no quiere perderse la escena. Si hay
mujeres, el mercuriano hablará con ellas, y hasta bromeará o se beberá
alguna copa con ellas. Para Mercurio la comunicación es lo mas natural,
independientemente del sexo de quien le escucha. Pero eso no significa
que deba tener romances con ellos.
Es verdad que hay muchísimos
Géminis que son lisa y llanamente promiscuos, pero no importa lo que te
hayan contado: siempre hay una causa. Ser objeto de desconfianza o de
incomprensión, en el terreno que sea, es profundamente perturbador para
el hombre de Mercurio, es algo que le frustra y le deprime. Cuando se
siente así desdichado, Géminis puede revolotear de un lado a otro, en
busca de alivio para la maraña de sus emociones. Cuando se ve libre de
la sensación de aislamiento mental y no siente que tenga que demostrar
nada a nadie, no cae en la compulsión de experimentar entregándose a
fugas caprichosas. Una mujer que tenga perfecta armonía mental con un
Géminis no necesita temer sus infidelidades, ni emocionales ni físicas.
Hasta tal punto es ello verdad en los Géminis, que se puede considerar
como una regla. Pero Géminis tampoco se dejará encadenar
irrazonablemente. Esperar que cuando alguien le sonríe, sea hombre o
mujer, niño o adulto, él no le devuelva la sonrisa, es tanto como
esperar que el sol no brille. Su naturaleza, amistosa y alegre, lo lleva
constantemente a buscar compañía, y esta compañía puede ser el
conductor del tren en que viaja todos los días o la camarera del café
que está a la vuelta de su oficina. No trates de acorralarlo, pues
cuando alguien intenta cercar su espíritu, Géminis puede volverse tan
escurridizo e impredecible como el viento.
Con los niños será compinche,
pero no esperes que los discipline, aunque les enseñará muchísimas cosas
antes de que lleguen siquiera al jardín de infancia. Es probable que
les encante confiarse a él, porque muy rara vez se mostrará
escandalizado o será duro en sus juicios. Géminis sabe amar sin sofocar.
La relación de Géminis con sus hijos es por lo común muy íntima, aunque
tal vez poco coherente, por contradictorio que esto pueda parecer. Por
mas afectuoso, cálido y vivaz que pueda ser con la gente, es posible que
no les insista en la necesidad de ajustarse a rutinas, ya que al propio
Géminis no le gustan las rutinas. También mostrará tendencia a criticar
el comportamiento de los críos un día y aprobarlo al día siguiente, con
lo cual puede crearles confusión. Aunque a veces él consiga pergeñar un
sermón, cuando haga falta una palmada o una imposición más seria,
tendrás que intervenir tú para ello. Los papás Géminis tienden a
malcriar a los chicos.
Es posible que su imaginación
le lleve en ocasiones a afirmar algo que no puede mantener. Tú tendrás
que hacerle ver lo importante que es que cumpla su palabra. Pese a todas
sus buenas intenciones, acabará quebrantando algunas de sus promesas,
rápidas e impulsivas. Si los niños no le significan ningún tipo de
atadura ni traban sus múltiples actividades, Géminis gozará enormemente
con ellos. Una palabra de advertencia: aunque será raro que los castigue
físicamente, la propensión geminiana a los comentarios sarcásticos y
punzantes puede causar profundas heridas en sus jóvenes corazones,
dejando cicatrices que permanecerán toda la vida. También puede
mostrarse renuente a expresar su afecto en forma de besos y abrazos, a
menos que haga un esfuerzo consciente por superar el natural desapego de
Géminis. Sin embargo, yo he conocido algunos padres de este signo que
aparentemente prodigan a sus hijos la ternura que son incapaces de
volcar sobre los adultos. Ocúpate de que los pequeños no le abrumen, no
le pidas que haga de canguro si a él evidentemente no le gusta, y se
desempeñara muy bien como padre, no importa que tengáis un hijo o una
docena.
Los celos son una preocupación
que posiblemente nunca tendrás con un marido Géminis, porque el afán de
posesión no se cuenta entre los rasgos típicos del signo. Si en alguna
ocasión una sospecha le susurra algo al oído, por lo común la apartará
(a menos que una influencia en su carta natal condicione otra cosa).
Claro que hasta cierto punto los celos son normales en todo el mundo,
pero normalmente, en Géminis no son exagerados. Con este hombre, el amor
no es una relación estrictamente física. Sus sentidos le permiten oír
más, ver más y percibir más que otros, y Mercurio le ayuda a registrar
vivamente las impresiones más delicadas. Su amor tiene una cualidad tan
etérea y fugitiva que puede dar la impresión de que le falta la pasión
terrenal de otros signos solares. Pero a menos que lo que busques sea un
hombre de las cavernas que te arrastre del pelo por los bosques,
Géminis te resultará un amante más que satisfactorio. Te pintará sus
emociones con frases románticas e imaginativas, y responderá a la avidez
de tu corazón con la extraña belleza de su idealismo.
Recuerda que la típica frialdad
emocional de Mercurio puede caldearse considerablemente si los dos
escucháis la misma música y soñáis los mismos sueños. Géminis necesita
experimentar una fusión total en lo mental y espiritual para que la
pasión física cobre intensidad. Aunque parezca tortuoso, es el único
camino verdadero hacia su corazón.
Tendrás que acostumbrarte a la
palabra “si”. Es posible que te diga: “Si te amara, podríamos...” o: “Si
te amara, habría que...” y que a veces deje la oración sin terminar.
Empieza por borrar la palabra “si”; él la usa únicamente como cortina de
humo, por razones de seguridad. Una actitud de crítica áspera y
fastidiosa, unida a continuas escenas emocionales, mellará sin duda el
filo del delicado y sensible amor de Géminis. Trata de coger con la mano
un puñado de mercurio. ¿Qué pasa? Inmediatamente se disuelve en
centenares de brillantes pelotillas plateadas que se te escapan sin
cesar por entre los dedos contraídos. Un hombre de este signo, cuya
esposa creía conocerle muy bien, escribió las siguientes líneas antes de
abandonarla, y ella las encontró después del divorcio entre los papeles
de él:
"Irrumpiste en el sueño y con
botas claveteadas pisoteaste la blanda alfombra de mi ensueño"...
Más de una vez leerás u oirás
decir que Géminis necesita siempre dos amores al mismo tiempo. La
dualidad geminiana, con su sugestión de engaño, es algo que se menciona
con tanta frecuencia que puede causar angustias sin fundamento. Me
permitiré modificar esa afirmación. Géminis necesita dos amores, pero no
necesariamente dos mujeres. Es una adivinanza, pero si tú lo comprendes
de verdad, podrás hallar la respuesta.
LA MUJER GÉMINIS
.
Aunque consiguió arrancar
muy hermosos junquillos mientras el bote pasaba, había siempre uno más
bello que no conseguía alcanzar.
...¡Los más bonitos siempre
están lejos! exclamó por fin con un suspiro,ante el empeño de los
junquillos por crecer tan lejos.
¿Acaso has pensado siempre en secreto que Brigham Young tuvo una idea sensacional al proponer que cada hombre tuviera varias mujeres? ¿Envidias para tus adentros a los potentados orientales con sus harenes? Pues no necesitas resignarte a ensueños románticos al estilo de Walter Mitty. Cásate con una muchacha Géminis y ya está. Esto te garantiza que tendrás por lo menos dos esposas diferentes y alguna vez, para los fines de semana, hasta tres o cuatro.
Claro que la cosa tiene su
bemol. La diferencia entre una chica nacida bajo el signo de los Gemelos
y un harén es que a ella, aparentemente, no le interesa la pasión
terrenal. Es difícil conseguir que se asiente un poco durante el tiempo
suficiente para tomarse en serio la pasión o cualquier otra cosa. Su
mente está continuamente viajando, y simultáneamente va haciendo los
comentarios. Pero si miras un poco mas hacia dentro, habrá un lugar
donde, escondida entre las demás mujeres que forman una Géminis,
encontrarás una romántica, capaz de demostrar una pasión intensa, si tú
puedes conseguir que la fusión de lo mental, lo espiritual y lo físico
sea completa. Cómo conseguir que tu romántica se desarrolle, sin dejar
de disfrutar de todas las otras mujeres encerradas en la personalidad de
Géminis puede ser todo un problema. Lo que puedo decirte es que una
sola Géminis es igual a varias mujeres, pero temo que seas tú quien
tenga que romperse la cabeza para encontrar la forma de separarlas. Cada
caso individual es diferente.
La edad puede ser un indicio
importante de lo que puedes esperar, porque hasta que las gemelas
maduran, el romance no es más que un juego para ellas. Pueden ser
impredecibles y veleidosas en una medida increíble. Primero, Géminis
caerá en un arrebato de éxtasis por obra de tu sonrisa, tu voz, tu
manera de andar. Después cambiará bruscamente y empezará a criticártelo
todo, desde los calcetines hasta la forma en que te cortas el pelo, y
por lo general lo hará con tan agudo y cortante sarcasmo que tendrás que
aplicar tintura de yodo a tus heridas.
Sin embargo, no por eso te
retires de la puja por conseguir una esposa Géminis. Recuerda que te
darán por lo menos dos por una, lo que indiscutiblemente es buen
negocio.
Las mujeres mercurianas no son
tan falsas de corazón como puede parecer a veces. La actividad de su
imaginación crea muchas fantasías. El romance es la forma de expresarlas
mas fácil que encuentran, y una mujer Géminis tiene, por lo menos, el
doble de cosas para expresar que otras mujeres. Un hombre del mismo
signo puede ser productor, cantante, marinero, abogado, actor, viajante
de comercio y presidente de unos cuantos Consejos de Administración,
todo al mismo tiempo, y así estará expresándose ad infinitum. Pero una
mujer no puede desempeñarse muy bien con todo eso, sin que la consideren
un poco rara. Y no porque las mercurianas no sean chicas de carrera. Lo
son, y casi sin excepciones. Pero, en las actuales condiciones de la
sociedad, todavía una carrera no le ofrece las oportunidades múltiples
que le presenta el romance de poner a prueba sus miles de teorías y de
hacer su práctica de gimnasia emocional.
La muchacha Géminis necesita que la compadezcas, no que te enojes con ella. Le resulta dolorosamente difícil interesarse por una sola persona a la vez. Al mismo tiempo que le impresiona la capacidad mental de un hombre y su inteligente sentido del humor, otra faceta de ella advierte que a él no le gusta el arte y no tiene sensibilidad para la música y la poesía. Cuando encuentra alguien que es adecuadamente creativo, que se mueve cómodamente en el ambiente del ballet o en el mundillo literario, vuelve a surgir la dualidad. Mientras estén recorriendo el museo, el otro yo de ella empezará a preguntarse si su galán tendrá bastante sentido práctico para ganarse la vida o la sensatez suficiente para saber dónde pisa. Confío en que todo esto te servirá para entender mejor y con mejor disposición cuales son los conflictos propios de los nacidos en Junio.
Concédele crédito. Por lo
general, Géminis conseguirá arreglárselas sola con la perplejidad que le
ocasiona su propio y complejo carácter, sin cargarte a ti con ella. Es
una compañera vivaz y alegre. Durante la mayor parte del tiempo (cuando
esté bien de ánimo) será un chisporroteo de vivacidad, te divertirá con
sus observaciones despiertas e ingeniosas y conversará con inteligencia
de casi todos los temas posibles. La mercuriana disfruta de todos los
gestos sentimentales del romance, y no tiene problema en hacer
conquistas. Jamás habrás conocido mujer que te deleite más con sus
múltiples maneras imaginativas de amarte y con la atracción de su
encanto. Es capaz de mover las pestañas con fascinante feminidad, pero
no se encontrará desvalida a la hora de ganarse el sustento. Una mujer
Géminis puede desempeñar a la perfección el papel de muchacha casquivana
y halagar a un pobre hombre desvalido que ha caído en la trampa hasta
hacerle perder la cabeza y hacerse con su talonario de cheques. Pero con
toda facilidad puede convertirse en buena esposa seria y enamorada, sin
perjuicio de cambiarse de buenas a primeras en una grave intelectual
que estudia a los grandes filósofos y diserta brillantemente de política
o poesía, para de pronto volverse un manojo de nervios, lagrimas y
miedos, llena de emociones en bruto. Seguramente, no la encontrarás
aburrida ni monótona.
Si todo esto te parece una
exageración, acuérdate de Marilyn Monroe. Cada uno de los hombres que
conoció, desde Carl Sandburg hasta su peluquero, la veía como una
persona totalmente diferente de como la veían los demás hombres que
también creían conocerla. Coloca una fotografía de ella como la
seductora diosa del amor junto a otra en la que se la vea con gafas de
gruesa montura, como una babushka, sin maquillaje y absorta en una
conferencia sobre los novelistas rusos. Agrégale un par de fotos mas: la
tercera con un delantal a cuadros, aprendiendo a hornear un suflé de
queso para un marido cuyas cualidades de humana ternura y su capacidad
atlética ella admiraba, y la cuarta andando tranquilamente junto a otro
marido, a quien respetó y admiró profundamente por sus dotes
intelectuales y su talento literario. Y otras dos fotos. Una que la
muestre con la cara surcada de lágrimas, llena de dolor tras haber
perdido su tercer bebé, y otra en que se la ve en bikini, riendo
alegremente con un apuesto astro del cine francés, en la Riviera.
Ninguna de estas fotos fueron preparadas. Fueron todas instantáneas
tomadas cuando ella ni miraba siquiera, y menos aún buscaba publicidad.
Son el perfecto ejemplo de cómo el ojo de la cámara descubre todas las
mujeres contenidas en una sola mujer Géminis, que consiguió con éxito
mantener oculta su naturaleza múltiple tras la imagen que se propuso dar
con mayor frecuencia.
La muchacha regida por Mercurio
anhela estar “real y verdaderamente enamorada” pero no lo consigue.
Esta ávida de maternidad, pero no pocas veces también la maternidad la
elude. Encuentra una perfección diferente en cada hombre que conoce,
mientras busca incansablemente a aquel que reúna todas las cualidades
que ella necesita para ser feliz.
Encontrarás en ella una gran
compañera. Una joven mercuriana te seguirá en cualquier cosa, desde el
submarinismo hasta las carreras de automóviles, el ciclismo o el
bádminton. Se mostrará interesada por todos los deportes al aire libre,
sin dejar de aparecer tan suave y femenina como un pompón, ni de tener
una mente rápida como un látigo. La aguda mentalidad de Géminis se
mostrará inequívocamente cada vez que un tema nuevo despierte su
curiosidad. Su disposición mercuriana le permitirá ver todas las
complejidades de tus ideas creativas, y es probable que te aporte
algunas sugerencias de su cosecha. Con tal de que no esperes de ella que
se muestre constante, te parecerá absolutamente fascinante.
Tienes derecho a que te
advierta que esta chica puede creer sinceramente que está enamorada, y
al mismo tiempo encontrar que otros hombres son atractivos. A menos que
esté cerca de ti todo el tiempo, es capaz de olvidarte con más rapidez
que una mujer nacida bajo cualquier otro signo solar. Esté en su
naturaleza aceptar el cambio, y buscarlo incluso. Hasta que aprenda a
controlar su tendencia a la actividad constante, su negligencia en el
cultivo de la paciencia y la estabilidad, la mujer Géminis puede
complicarse tremendamente la vida... y complicártela a ti también. Por
suerte para los hombres que se enamoran de ellas, las Géminis se
asientan y llegan a tener un conocimiento mas profundo de su propia
naturaleza antes de que sea demasiado tarde.
.
.
Una vez que le hayas declarado
tu amor, y que ella te haya aceptado, bien puedes compadecer a todos los
hombres que están condenados a una vida entera de monogamia con una
sola mujer. Cuando te cases con tu Géminis, tú tendrás varias esposas.
La esposa Número Uno será capaz
de adaptarse a todo lo que tú esperes de ella. Podrás tener incluso su
fidelidad siempre y cuando seas lo bastante interesante como para
haberte ganado su auténtico amor. Me refiero a esa fusión de la
compatibilidad mental, espiritual y psíquica, a las que la parte física
debe agregarse al final, como la paprika, cuando las otras tres estén
bien mezcladas. Esta esposa jamás te pondrá mal gesto si cambias de
trabajo y tenéis que ir a vivir a otra ciudad. Con su ingenio, su buen
gusto y su sentido del color, puede hacer de tu nuevo hogar algo
encantador con un leve toque de su mano pulcra y hábil. Además, le
fascinará la aventura, y no te acosará con reproches so pretexto de que
estás poniendo en peligro vuestra seguridad futura. La emoción de los
nuevos horizontes le interesa más. Es posible que tenga una cabeza
excepcionalmente buena para los negocios, y que apoye todas sus ideas
originales. Puedes contar con que ella vaya a trabajar si necesitáis
aumentar vuestros ingresos, y será muy práctica en la forma de gastar el
dinero. Aunque exteriormente pueda dar una impresión de traviesa, no lo
es tanto como parece. Tiene una cabeza que piensa, y con mucha
inteligencia, aparte de todo su brillante parloteo.
Tu esposa Número Dos será
caprichosa, es importante que lo sepas. Tendrá sus momentos satíricos en
los que podrá mostrarse alternativamente cínica e impertinente. Al
mismo tiempo, mentalmente será un desafío para ti. Pero un hombre
necesita ese estímulo, ¿o no? Adelante, intenta superarla en una
discusión intelectual. (De todas maneras, es lo que secretamente
quiere.) Es una esposa a la que la vida no escandalizará fácilmente y
que no se dejará llevar por prejuicios ni preconceptos. Es posible que
decida incorporarse a una marcha de protesta o a un encierro y se olvide
de volver a casa. ¿Y si mientras ella anda por ahí pronunciando un
discurso o se fue a la escuela nocturna para seguir un curso mas, tú
tienes que salir a ver a tus amigos? Por lo menos, lo más probable es
que no te acose con preguntas desconfiadas: con quien estabas, dónde
estabais, que estuvisteis haciendo. No le interrogues tú tampoco. Si tú
haces honor a tu palabra, ella también. Y es muy individualista y muy
independiente.
La esposa Número Tres se sentirá aburrida y deprimida por la rutina del cuidado de la casa. Las camas estarán sin hacer, y los platos dormirán en el fregadero mientras ella sueña despierta, lee o hilvana el argumento de una comedía. Es posible que para la cena te sirva una lata de judías sin molestarse en abrirla siquiera. Pero a las horas más inverosímiles de la noche podrás mantener con ella una conversación para satisfacción de tu alma. Se compadecerá de las frustraciones que te ha impuesto la vida. Satisfará al mismo tiempo tus anhelos intelectuales y emocionales, querrá saber tu opinión sobre el budismo y se entusiasmará con tus intentos de componer una canción. En una palabra, es una excelente compañera. También será muy afectuosa, ya que tú no la atormentas con sacudir el polvo, cocinar y todas esas tonterías. De vez en cuando, esta esposa puede armarte un tremendo lío económico. Pero si le sugieres de pronto que salgáis de camping u os vayáis a pasar unos días en Las Vegas, hará las maletas de todo corazón, sin salirte con un montón de objeciones tontas sobre el golpe que supondrá para vuestro presupuesto o quien le dará de comer al gato siamés o si no se romperá alguna tubería mientras estéis fuera.
Esposa Número Cuatro: será una
madre alegre y risueña. No dejará que los niños la frenen, porque, sin
duda, siempre estará demasiado llena de proyectos para olvidarlos
mostrándose sobreprotectora. Y ellos imitarán su independencia, y les
hará bien. Si alguien le pregunta cuanto tiempo está con los niños, lo
mas probable será que esta esposa conteste: “En casa no es cuestión de
cuanto tiempo, sino con cuanto amor”. Y tendrá razón. Es posible que los
niños no siempre la obedezcan, porque un día se inclinará a ser
enfática y al siguiente se ablandará, pero a los críos les encantará
tener largas charlas con ella. Su imaginación estará a la altura de la
de ellos, y todos se divertirán juntos. Probablemente será una madre
blanda, pero también se preocupará por su actuación en la escuela, y es
posible que insista en que saquen buenas notas. Si de ella depende, no
se salvarán de hacer los deberes, aunque es posible que no les obligue a
que cuelguen la ropa.
Tu esposa Número Cinco será una
espléndida ama de casa, experta en las artes de encender velas,
disponer flores y hacer lucir los objetos de plata. Puedes invitar a
cualquiera a cenar, a tu jefe o al alcalde de la ciudad, y ella se
mostrará tan graciosa y encantadora que los invitados se resistirán a
irse. Organizará su vida de manera eficiente y sin esfuerzo, se vestirá
como una modelo y le encantará el teatro. Puedes ir con ella a
exposiciones y conciertos, que en cualquier marco social se sentirá
cómoda. Todos te mirarán con envidia, preguntándose quien es esa mujer
fascinante que con tanta dulzura se cuelga de tu brazo. Será romántica y
ultra femenina, y hasta es posible que para tu cumpleaños te escriba
una poesía. Y tú querrás comprarle túnicas de terciopelo y perfumes
carísimos, porque la gracia de su estilo te hará sentir como un noble
terrateniente. Si le hablas de un viaje a Europa, veras cómo le brillan
los ojos. Le atrae tremendamente.
Bueno, pues ya está. Es posible
que me haya olvidado de alguna de las chicas que integran tu harén de
Géminis. Todos los casados de la ciudad se pondrán verdes de envidia
cuando te vean todos los días con una mujer diferente. Y si te preguntan
cómo lo conseguiste, hazte el tonto. No olvides que la poligamia no es
legal.
Tu mujer Géminis jamás viajará
en tren cuando pueda ir en avión. Jamás se quedará callada cuando pueda
hablar. Jamás esquivará el bulto cuando pueda ayudar. Y si puede correr,
jamás caminará. Su mente está llena de tantas ideas, y su corazón de
tantas esperanzas, que puede parecer que necesita una computadora para
distinguirlas a todas. ¿O necesita simplemente a alguien que sea capaz
de correr junto a ella y arrojar con ella sueños al aire, desde aquí a
mañana? Si tú eres ese hombre, ella no se atreve a mirar por encima del
hombro para ver si estás cerca. Dentro de ella hay un miedo, profundo y
no explicado, que le impide mirar nunca hacia atrás. Cuando finalmente
alcances su velocidad, consigue que sea ella quien disminuya el paso.
Puedes hacerlo, si la tomas firmemente de la mano y no se la sueltas
nunca. Aunque los vientos mercurianos del norte la impulsen a seguir, es
posible que secretamente esté más deseosa de lo que tú te imaginas de
descansar un poco. Date prisa y trata de alcanzarla, que ella te
necesita.
.
.
EL NIÑO GÉMINIS
.
- ¿Quieres andar un poco mas
deprisa?- dijo un romero a un caracol-,
que una marsopa nos sigue de,
cerca y ya está pisándome la cola.
Si la cigüeña acaba de dejar en
tu casa un bebé Géminis, engrasa bien tus patines de ruedas y sácate
las telarañas de los sesos. Durante los próximos quince o veinte años
tendrás que ser rápido y estar alerta, y más vale que empieces ahora,
mientras tu flamante bolita de mercurio está todavía inmovilizada en su
cuna. No tardará mucho en aprender a andar y a hablar. Si no te preparas
para volar junto con él, es posible que se te escape de entre los dedos
como una burbuja de aire. ¿Has intentado alguna vez sujetar una burbuja
de aire?
Las cifras de la Oficina del
Censo de Estados Unidos demuestran que durante el período de Géminis,
los Gemelos, se producen muchos mas nacimientos múltiples que en
cualquier otra época del año, de modo que tu regalo de junio pueden
haber sido mellizos, o mas. ¿Dices que no? No estés tan seguro. Es
posible que entre las manos y pies no alcances a contar más de veinte
deditos, y en la mayoría de los casos el resultado es un bebé, pero no
necesariamente, cuando el niñito es Géminis. Es posible que tengas que
cambiar un poco tu concepto de las matemáticas. Ya sabrás a que me
refiero tan pronto como empiece a gatear, y te pasará una docena de
veces por día. Tu jurarías que acababas de verle metiendo la mano dentro
de la batidora eléctrica, en la despensa. Pero, ¿cómo podría ser? Si
ahí está, en el porche de delante de la casa, comiéndose angelicalmente
las petunias. ¿Cómo puede estar en dos lugares al mismo tiempo? Recuerda
que tu vástago está regido por Mercurio. Es aquel dios griego a quien
se ve representado en los libros, con alas en los pies y un brillante
casco plateado. A modo de casco, pon una cacerola en la cabeza de tu
bebé Géminis, y usa la imaginación para ver las alas que brotan de esos
tobillos rosados y regordetes. ¿Ves ahora cómo se parecen?
Personalmente, jamás me han parecido bien esos adminículos que parecen arneses que compran las mamás para sujetar a los niños que hacen pinitos cuando salen con ellos a comprar. Siempre me dan la impresión de mujeres que estuvieran paseando el perro. Sin embargo, a la madre de un niño Géminis le insistiría en que se compre dos o tres, para más seguridad.
Tal vez lo primero que se te
ocurra es que, si tu bebé va a ser tan activo, un buen parque es
imprescindible. Entiendo tu razonamiento, y hasta simpatizo con él, pero
no estoy tan segura de que los parques y los niños Géminis armonicen.
Estar confinado en un espacio reducido puede ser una crueldad para un
pequeño Géminis, cuya naturaleza le impulsa a buscar, a explorar, a
aprender. Peor todavía que las restricciones físicas es el aburrimiento
mental de verse reducido a un recinto rectangular de plástico azul y
rosado, mientras toda la emoción del mundo que se puede ver y disfrutar
se queda fuera. Los períodos en el parque deben ser breves. Demasiada
restricción y obstrucción de la libertad pueden provocar en Géminis una
depresión emocional nada fácil de superar. Recuerda que Géminis es un
signo de aire, y que el aire debe moverse. Cuando tengas que mantenerlo
encerrado, asegúrate de que tenga juguetes muy diversos y muchos libros
de brillantes colores para mirar.
Claro que una vez que se sienta
aburrido no permanecerá mucho tiempo allí. Mercurio rige las cuerdas
vocales, y cuando tu pequeño Géminis decida desplegar esos talentos, te
parecerá increíble que tanto ruido pueda salir de una sola boquita.
Apuesto a que le sacarás sin demora del parque, a no ser que tengas
vecinos muy comprensivos, y un poco duros de oído.
Es frecuente que los niños
Géminis pongan nerviosa a la gente mayor, que es más plácida, con sus
rápidos movimientos de pájaro. Los mayores siempre están diciendo al
pequeño Géminis que deje de molestar, o que tenga paciencia y haga una
sola cosa a la vez. Pero para estos niños, hacer dos cosas a la vez es
lo natural. Lo que para la gente pesada o reposada es molestar, para
Mercurio no es más que su estado normal de actividad. Es un error
hacerle sentir que sería mejor recibido si intentara imitar a otras
personas mas lentas y menos vivaces. Tal vez, por su propio bien, haya
que enseñarle a disminuir un poco la velocidad, pero es imposible
cambiar su naturaleza básica sin frustrar sus inclinaciones naturales.
Debemos tratar de recordar que el activo pequeño Géminis que molesta a
sus mayores, mas introvertidos, lo mismo que el silencioso y lento niño
Capricornio que irrita a sus padres mas agresivos no hace otra cosa que
ser él mismo. Bastante difícil es ser uno mismo, sin que nadie trate de
imponerle a uno un cambio de personalidad.
Ama a tu hijo Géminis tal como es: una personita amistosa, despierta, inquisitiva y precoz. A una libélula no puedes convertirla en caracol, ni a un caracol en libélula. Tampoco el leopardo puede borrarse las manchas, y cabe agregar que si alguien se empeñara en quitárselas, podría terminar siendo un leopardo desdichado y neurótico.
Claro que tú no estás criando
leopardos. Lo que estás criando es un niño, despierto, interesante,
entusiasta. Pero la analogía conserva su valor. Deja tranquilas esas
manchas de dualidad que encuentras en tu Géminis. Algún día te
enorgullecerás de algún edificio que proyectó y de algún premio
literario que ganó, y cuando ponga un manifiesto de duplicidad de
talentos, te preguntaras asombrada por que querías reducirle a un único
molde. Si anda saltando es porque esta practicando la rapidez de
reflejos con que nació. Es posible que su mente de libélula os confunda,
pero recordad que Géminis corre en pos de mil fantasías, decidiendo
cual ha de destacar y con cual ha de quedarse.
Por lo general, los maestros se
darán cuenta en seguida de que estos niños -y niñas- no tienen
problemas para aprender a leer. Géminis es poco menos que el inventor de
las palabras. Son niños a quienes no les molestará que les pidan que
reciten, y es posible que, mientras el resto de la clase suspira, ellos
sonrían cuando se asigna un tema. Para ellos es un placer comunicarse
con otros y compartir sus conocimientos, ya sea verbalmente o por
escrito. Muchos muestran inclinación por la mecánica y son ambidiestros.
No es raro encontrar un niño Géminis que escribe con la mano izquierda y
dibuja con la derecha. Es posible que se muerda las uñas, pero
normalmente es de dedos delgados y flexibles, y le resulta fácil hacer
trucos de prestidigitación y tocar instrumentos musicales. Su habilidad
puede hacer de él un excelente cirujano, dentista o relojero. Las manos
de Géminis son sensibles, expresivas y hábiles.
Tiene por lo general una
notable capacidad para la imitación, y su agudo sentido del ingenio y de
la crítica se muestra desde muy temprano. En casa o en la escuela, el
niño Géminis vive en un mundo de ficción y de realidad que
constantemente se entremezclan, donde la verdad se presenta con
frecuencia como fantasía y la fantasía se disfraza de verdad. Es posible
que de la impresión de exagerar y hasta de mentir pero, simplemente, no
puede dejar de poner unas notas de color cuando relata un incidente, y
es frecuente que él mismo se convenza de que sucedió de esa manera. En
esos momentos hay que tratarle con suavidad, porque lo que hace en
realidad es ensanchar y ejercitar su vívida imaginación. Más que hacerle
sentir culpable por tener tanta imaginación se le debe aconsejar que
diga siempre la verdad y que el cuento lo narre por escrito. Una vez
haya aprendido esta técnica, será capaz de ver la diferencia entre
sueños y hechos, en vez de quedarse perdido en algún rincón entre los
dos mundos. Las criaturas Géminis a quienes no se les permite expresarse
y comunicarse con naturalidad pueden, a manera de autodefensa,
retirarse a un mundo parcial de ilusión. Es buena idea hacerles aprender
idiomas desde pequeños, ya que probablemente los aprenderán sin
esfuerzo. Como los niños Sagitario, al Géminis le vendrá bien su
capacidad lingüística, porque conversará mucho y viajará mucho.
El niño Géminis que afirma que puede hacer los deberes al mismo tiempo que escucha la radio te dice probablemente la verdad. Si sus notas le dan la razón, ¿por qué no dejarlo? Géminis jamás se satisface con una sola actividad a la vez. Es como si tuvieran que vivir dos vidas en el tiempo que les ha sido asignado, de modo que tienen que absorber todo lo que pueden, y con la máxima rapidez posible. Los principales peligros son la falta de paciencia y la escasa disposición a persistir en el esfuerzo hasta aprender verdaderamente algo. Son niños en quienes hay que combatir la tendencia a dejar que la rapidez del intelecto y la volubilidad del ingenio los paseen por la superficie del conocimiento, sin profundizar.
A los niños Géminis puede
resultarles difícil ser puntuales, porque a cualquier parte que vayan
siempre se encontrarán con algo nuevo. Es posible que también les sea
difícil escuchar sin interrumpir, porque captan instantáneamente la idea
y no les interesa oír los detalles. A veces el mercuriano tiende a
repetirse, pero no permitirá que los demás lo hagan y eso, naturalmente,
puede irritar a la gente. En el aula, una mosca, un trozo de papel de
colores o un hilo de humo que se ve por la ventana pueden distraerle.
Ganar su atención nunca es fácil, pero cuando lo hayas conseguido
encontrarás recompensa en la decidida curiosidad de Géminis, y te
sentirás halagado por su interés.
En la adolescencia, los varones
Géminis vivirán prácticamente pegados al teléfono, saldrán con una
persona diferente cada semana, cambiarán cien veces de idea respecto de
su futura carrera, conducirán el coche un poco demasiado rápido, meterán
mano en el motor y te arreglarán la lavadora. Las chicas serán
populares, y tan pronto se las verá en un diluvio de lágrimas como con
una radiante sonrisa. Son chicos que te harán vivir con el alma en un
hilo, pero te mantendrán joven.
Cuando tu hijo Géminis crezca
por fin, mucha gente te comentara con desaprobación que “está metido en
demasiadas cosas a la vez”. Y tú te reirás, y es posible que ellos se
sientan molestos por ello. Pero es que estarás acordándote de un día de
primavera, cuando él tenía siete años. Había metido los dedos en un
pastel de chocolate, en la crema de afeitar del padre, en la pecera, en
el tarro de basura, en una olla de sopa caliente y en un enchufe. Tú ya
estabas furiosa. Después, al oscurecer, mientras le mirabas andar por el
césped cazando luciérnagas, suspiraste, preguntándote en voz alta:
“¿Por qué no descansa un momento? ¿Por qué se mete en todo? ¿Qué
demonios está buscando?”. Él te oyó, y se inquietó. Jamás te olvidarás
de la expresión de sus brillantes ojos claros al contestarte: Oye,
mami... No se. Pero no te preocupes, que ya lo encontraré.
EL JEFE GÉMINIS
.
-Voy en busca de mariposas-
dijo-, que duermen entre el trigo y con ellas hago pastel de carnero
para venderlo por las calles.
Se los vendo a los hombres
-dijo-, que navegan en mares turbulentos; y de esta manera me gano el
pan.. un poco, por lo menos.
.
.
Un día, tu jefe Géminis será un
reloj humano, con los ojos de lince que registran cada segundo que te
demores en tomar el café. Al siguiente, ni se dará cuenta de que has
tardado tres horas en volver de almorzar. Si quieres prever sus cambios,
puedes arrojar una moneda al aire; es un método tan seguro como
cualquier otro. Bien comprendo que te seria muy útil saber como se
comportará tu jefe cada día.
Pero el ejecutivo Géminis
tampoco sabe con que pie se va a levantar cada mañana, y si él no lo
sabe, comprenderás que es imposible que yo pueda decírtelo. Lo mas
seguro es no esperar que hoy sea lo que fue ayer, y en cuanto a mañana,
cruzar los dedos.
Como ejecutivo, puede ser
brillante, pero inquieto. Géminis se encuentra más cómodo en el sillón
presidencial que otros signos mutables como Virgo, Piscis o Sagitario,
pero no tiene condiciones para dirigir o mandar a otras personas durante
toda su vida. Un Géminis que crea haber nacido para dirigir con calma y
resolución una gran empresa se está engañando (claro que siempre hay
excepciones a la regla, como por ejemplo un Géminis con ascendente en
Leo y la Luna en Libra). En primer lugar, a los de este signo se les
hace difícil estar sentados más de una hora detrás de un escritorio. El
presidente Kennedy, uno de los raros Géminis con dotes para asumir las
cargas del liderazgo, resolvió elegantemente este problema. Muy simple:
liberaba su energía nerviosa moviendo frenéticamente su mecedora.
Si es Mercurio quien le riñe, tu jefe necesita movimiento. Géminis es un signo de aire, y ¿has visto alguna vez que el aire se quedara quieto? Puede parecerlo, a veces, en un día caluroso y húmedo (y lo mismo pasará con Géminis si lo encuentras en un momento excepcional), pero en ambos casos, eso no es mas que una ilusión. El jefe Géminis típico hará un agujero en la alfombra, a fuerza de pasearse de un lado para otro si se encuentra demasiado tiempo enjaulado en una oficina. Se siente mas a gusto como consultor administrativo, experto en rendimiento o vicepresidente encargado de mediar en los problemas laborales, que si se ve obligado a adaptarse al estrecho molde de un puesto de nueve a cinco, por mas fantástico que sea el nombre del cargo. Géminis funciona a base de ideas, principios y abstracciones; la monotonía y las responsabilidades materiales del ejecutivo medio terminan por reducir el vuelo de su espíritu. De ahí que cuando un mercuriano llega a aterrizar en un cargo ejecutivo, lo primero que hace es ejercitar su agudo espíritu de discriminación para delegar autoridad en quienes le rodean. Serán estos especialistas, cuidadosamente elegidos, quienes en realidad dirijan la empresa, y él dedicará su propia mentalidad inquieta a idear planes innovadores y proyectos originales que duplicarán los beneficios de la empresa y reducirán sus gastos generales. Los aburridos detalles mundanos impacientan a Géminis.
Si en tu empresa acaba de
entrar un jefe Géminis, hay que esperar que se produzcan unos cuantos
cambios en breve plazo. Probablemente, la forma de comunicación mas
lenta sean los cablegramas, y es posible también que haga instalar unas
cuantas conexiones telefónicas mas que su predecesor. Tu nuevo jefe
Géminis no llevará una semana en el trabajo sin que haya empezado a
husmear inquisitivamente todas las actividades de la empresa. Tan pronto
como sepa que es lo que se hace y como se hace, querrá saber el por
qué. Y si le contestas que siempre lo habéis hecho de esa manera,
conseguirás que el brillo de sus ojos se convierta en un resplandor
helado capaz de congelarte a treinta pasos de distancia. A Géminis no le
interesa ni le impresiona en absoluto la tradición. Cuando le dicen que
algo es una vieja costumbre, ya es razón suficiente para que él quiera
cambiarla.
El jefe mercuriano típico hará
cambiar los muebles de lugar, una vez por semana le pondrá los pelos de
punta a su secretaria con la nueva idea para organizar el archivo de
manera más eficiente, y cambiará los horarios de trabajo hasta encontrar
uno que le satisfaga.
Hay una cosa con la que puedes
contar, y es una de las pocas de que se puede estar seguro con un nativo
Géminis: jamás será monótono. También es raro que sea dogmático. Sus
opiniones son flexibles. No podrás engañarle ni confundirle, porque su
mentalidad mercuriana captará instantáneamente las circunstancias,
atravesará las cortinas de humo y verá con absoluta claridad todos los
aspectos de la cuestión. Eso significa que tampoco le cuesta mucho
descubrir las intrigas. A veces podrás jurar que tiene ojos en la nuca, y
hasta dos oídos más que los demás. Y hablando de rarezas anatómicas,
incluso es difícil creer que no tenga más que dos pies, tantas serán las
veces que parecerá estar en dos lugares al mismo tiempo.
Nunca temas que tu patrono
Géminis te odie o se convierta en tu enemigo. No es mucha la gente que
le interesa durante el tiempo necesario para un sentimiento tan intenso.
Tú no ocuparás su pensamiento durante más de una hora por vez, y eso no
es bastante para cultivar sentimientos violentos, ni a favor ni en
contra. Además, es capaz de comprender perfectamente como se sienten
otras personas.
Tal vez te sorprenda descubrir
que, por más que él sea un individualista en todos los sentidos, es
posible que tu jefe Géminis no te trate como un individualista. Parece
una incongruencia, pero la dualidad de este signo ofrece más de una
sorpresa. No quiero decir que no respetará tus opiniones individuales,
al contrario. La mentalidad de Géminis es tan abstracta que a veces no
ve más que el diseño básico, tanto en los objetos como en la gente. Toda
clase de gente le resultará fascinante, pero tiende a clasificarlos de
acuerdo con sus capacidades, ideas y potencialidades.
Sin embargo, esta extraña
manera de ver no le hace rechazar a los demás, de ninguna manera. Aunque
su forma de enfocar las cosas sea mucho mas racional que emocional, le
gusta tanto la gente que, a su vez, no puede menos que caerles bien. Sin
el constante desafío del contacto humano, Mercurio se secaría, se
evaporaría. Su signo le exige que sea sociable y que viva a través de
los demás, porque de lo contrario, es desdichado. Será raro que lo veas
solo. Es posible que clasifique a la gente por tipos, y que no se apegue
emocionalmente, pero necesita tenerlos a su alrededor.
Es probable que tu patrono
Géminis tenga considerable poder de persuasión. Es capaz de convencerte
de que hagas o dejes de hacer cualquier cosa, simplemente envolviéndote
en ese encanto y ese ingenio irresistibles que él tiene, pero que son un
talento compensatorio que le concedieron los planetas al nacer, para
ocultar la frialdad básica de su naturaleza. Géminis vive en el aire, en
etéreos palacios inalcanzables para las personas promedio. Su verdadero
carácter, pese a su cordialidad superficial, es tibio, retraído y
solitario en última instancia; aunque frecuentemente busque compañía, lo
que persigue en verdad es algo que hay dentro de él. Sin embargo, no es
hosco. Su forma de ser puede ser cordial y compasiva, pero al mismo
tiempo ofrece su simpatía y su comprensión de la misma manera que ofrece
amor y amistad: a distancia.
Tendrá excelente sentido del
humor, y te será más fácil ganártelo con una broma que con lágrimas. No
es manifiestamente sentimental, y siempre es capaz de ver el aspecto
ridículo de las cosas. El sentido del humor es un requisito previo a la
verdadera inteligencia, de modo que no es sorprendente encontrarlo en
los mercurianos, aunque a veces pueda mostrarse teñido de áspero
sarcasmo. En una oficina dirigida por un Géminis siempre habrá un
pequeño torbellino de confusión... y una actividad constante. Pero el
confundido no será nunca él.
Géminis es especialista en
purificar aguas lodosas dejándolas claras. La rapidez de su ojo y la de
su cerebro están perfectamente sincronizadas, y es probable que el ojo
tenga una chispa muy especial. Será el mejor vendedor de la compañía, el
mejor para los discursos y para atender gente. Y probablemente viajará
tanto que tendrá siempre una maleta lista para salir en el primer avión.
Si flirtea con esa secretaria nueva, tan bonita, será bueno advertirle a
la chica que la cosa no va en serio; él no hace más que ejercitar su
encanto.
Disfruta de tu jefe mientras
puedas, porque Géminis se aburre súbitamente después de haber logrado un
éxito comercial o financiero y, mucho antes de llegar a jubilarse, se
va en busca de nuevos desafíos. Antes de que parta, aprende lo que
puedas de su estrategia, que es realmente fantástica. Es un experto en
ambigüedades. Es capaz de darte vuelta a un argumento, confundirte,
ponerte cabeza abajo y tenerte de su lado antes de que tú te des cuenta
de lo que ha sucedido. Sin embargo, así como es astuto en las
situaciones competitivas, también es un soñador incurable, y un narrador
excelente. No prestes atención a la nacionalidad que el declare. No
importa que haya nacido en Israel, en Australia o en Afganistán, todos
los Géminis del mundo son irlandeses en lo profundo de su corazón.
¿Cómo se explica, si no, ese
maravilloso don de zalamería?
Fíjate en todas las corbatas
verdes que usa. Es lo que te digo...
EL EMPLEADO GÉMINIS
.
-Ha llegado el momento-dijo
la Morsa- de hablar de muchas cosas raras: de zapatos, de barcos y de
lacre, de coles y de cucharas, y de por qué el mar es turbulento, y de
si los cerdos tienen alas.
Pero... ¿de que sirve una
pobre vocecita contra un conjunto de tres lenguas?
¿Hay en su oficina algunos
empleados que hablan deprisa, se mueven deprisa y piensan deprisa? ¿Qué
son jóvenes de aspecto y de conducta, no importa cual sea su edad? ¿Y
son imprescindibles, inquietos, originales e impacientes? ¡Pues usted si
que es despierto! Ha contratado unos cuantos empleados Géminis.
Es fácil entender por qué. Dado
el encanto y la seducción que tienen, por no hablar de ese intelecto
relampagueante y esa imaginación creativa, era lo menos que podía usted
hacer. Ahora que ya ha tenido oportunidad de ver a los mercurianos en
acción, habrá advertido que son más capaces que nadie de tomar una idea
abstracta y reducirla a una fórmula. Su empleado Acuario puede pensar en
términos desaforadamente abstractos, Aries puede salirle con algunas
ideas recién sacadas del horno y bañadas de entusiasmo, y Virgo es capaz
de organizar meticulosamente los detalles. Pero Géminis puede hacer las
tres cosas.
Sin embargo, antes de despedir a
los demás, acuérdese de que Géminis no tiene la intensidad de impulso
de Aries, ni su buena disposición para trabajar fuera de horario.
También les falta la fija y constante determinación de Acuario y no
entenderán jamás la perdurable y fiel dedicación de Virgo. No hace falta
que le hable de los demás signos solares, con esto ya tiene la idea
general. Por más que sea una personalidad dual, su empleado Géminis no
es un hombre que valga para todo. Es, de todos, el que más se le
aproxima, pero de todas maneras usted necesitará de sus demás
colaboradores.
Géminis comparte con Virgo,
Aries, Leo y Escorpio una capacidad innata para hacer frente a cualquier
emergencia. Puede dominar rápidamente una crisis. El Géminis típico
tomará decisiones instantáneas y se pondrá en acción cuando la mayoría
de los que le rodean están todavía encerando los esquís. Se aburre
fácilmente con la rutina y adora la libertad, de manera que no trate
usted de encadenarlo a su mesa de trabajo. Preferiría pasarse una
temporadita en Sing Sing antes que trabajar como un esclavo del reloj.
En prisión, por lo menos, podría dedicar su mentalidad inquisitiva a
estudiar el comportamiento de los demás reclusos. Pero sinceramente,
quisiera señalar aquí que un Géminis entre rejas es un solitario que no
ha podido encontrar el lugar adecuado para sus múltiples talentos en una
sociedad súper organizada y conformista. Más de un falsificador o
ladronzuelo Géminis es, básicamente, tan honrado como el juez que le
condenó, y dos veces más idealista. Cuando a Géminis se le hace sentir,
en la infancia, culpable por su vivaz imaginación y su energía
incansable, cuando después en el mundo de los negocios le critican
constantemente por ser demasiado innovador y negarse a entrar en los
viejos moldes, su elevado sentido moral, en lo mental y en lo social, se
resiste y el mercuriano echa a andar por la única senda original que en
su sentir le resta.
La mayoría de los Géminis son
tan fecundos y persuasivos que hablando pueden convencer a la gente de
que compre cosas que no llegarán a usar siquiera. Siempre es un acierto
confiar a su talento las ventas o las actividades de promoción.
Cuando el pico de oro de
Géminis comience a ensalzar las virtudes de su empresa, usted mismo no
la reconocerá, por más que también esté ciego de admiración por su
compañía. Confíe a su Géminis las ventas al público, o encárguele de
engatusar a sus clientes en los restaurantes o en los campos de golf. O
haga que le lleve a cabo la promoción callejera y se encontrará con una
avalancha de buena voluntad y de órdenes de compra. Si no hay mas
remedio que tenerlo en la oficina, fíjese bien dónde lo pone. La
supervisión no le resulta tan irritante como a Leo o Aries, pero se
pondrá nervioso y trabajará mal si se ve constreñido y no se le permite
expresarse. Cuando esto suceda, su empleado Géminis romperá las cadenas y
se ira con viento fresco en busca de mas libertad, sin pensarlo dos
veces. Bueno, no hace falta que salga corriendo a ver si todavía está en
su escritorio. No va a salir volando ni a hacerse humo sin haber tenido
ocasión de exponerle a usted sus razones y convencerlo de su punto de
vista. A menos que él mismo le diga directamente otra cosa, lo más
probable es que esté tan contento como podría estarlo sobre la tierra el
alado mensajero de los dioses haciendo cualquier cosa que usted haya
confiado a su despierta mentalidad.
Si en la oficina se organiza
cualquier tipo de apuestas entre el personal, ya verá cómo Leo, Aries y
Sagitario juegan ostentosamente, pero puede apostar usted el recuerdo
romántico que mas quiera a que quien lo organizó todo fue probablemente
una de esas descargas eléctricas nacidas en junio que tiene usted por
empleado. Géminis no se jugará extravagantes sumas de dinero en
proyectos complicados e inconscientes, con la facilidad con que puede
hacerlo Leo, el León. Es mas probable que se decida a arriesgar su
seguridad en una situación que suponga un desafío para su ingenio, donde
la acción sea rápida y los beneficios inmediatos. En su conversación
abundarán las frases como “Veamos cómo viene la mano”, “Vale la pena
jugarse” o “Yo pruebo cualquier cosa una vez”. Y claro que si. Prueba
cualquier cosa una vez, porque para la segunda ya no está. Se ha
aburrido antes.
Su empleado mercuriano puede
brillar por su ausencia física o mental (lo mismo da) durante la
temporada de béisbol o cuando hay campeonatos de golf. A la mayoría de
los nacidos bajo este signo les encantan esos deportes, y muchos de
ellos los practican, gracias a la sobrenatural destreza geminiana. No es
mucho lo que Géminis no pueda hacer con una buena sincronización de su
inteligencia y de sus manos, y desde luego está perfectamente capacitado
para calcular con toda precisión un golpe de bate o hacer un hoyo en
los greens de un solo golpe. Es frecuente que el deporte lo atraiga como
manera de descargar toda esa energía nerviosa, pero a la larga, los
Géminis prefieren ejercitar el ingenio y poner a prueba la mente, con lo
que puede apuntar muchísimos tantos para su empresa. De todas maneras,
hay que insistirle en que practique actividades físicas, que le cansen,
para que pueda dormir. Todos ellos son propensos al insomnio. Muchos
empleados Géminis que trabajan en lugares donde les exigen que lleguen
temprano por la mañana se distinguen fácilmente por las ojeras.
Los Géminis mantendrán su
despacho bullente de actividad, de bromas y de alegría, pero harán su
trabajo. Una secretaria mercuriana puede ser la dactilógrafa más rápida
del mundo, e insuperable para tomar dictados. Normalmente, si es una
Géminis típica, sabrá redactar una carta con claridad e inteligencia,
con sólo que usted le de una idea del asunto. Pero a pesar de todo su
talento como secretaria, sería más acertado que la pusiera usted en la
recepción, donde podrá hechizar a todos los que entren por la puerta al
mismo tiempo que maneja el conmutador. (Para una chica de Mercurio,
hacer dos cosas al mismo tiempo, y hacerlas bien, no es ningún
problema.) Ya verá usted cómo le llama menos gente rezongona. Y no sólo
será capaz de hechizar a los extraños con su dulzura y su inteligencia,
sino que difícilmente se le mezclarán las líneas y le interrumpirá en
mitad de una conferencia con Kalamazoo para comunicarle con Katanga.
Me falta advertirle que no se
le ocurra consultar con Géminis problemas de ascensos, bonificaciones,
comisiones y cosas por el estilo. Para la labor de asesoramiento,
recurra a un austero Capricornio, al dogmatismo de Tauro o al sentido
común de Virgo. Si no la habilidad dialéctica de Géminis puede inducirle
a que le ascienda a él a un puesto más alto (aunque para eso tenga que
despedir a su cuñado) y a pagarle dos veces mas de lo que usted mismo
gana. Géminis puede hacer que todo eso parezca impecablemente 1ógico, de
manera que es preferible no discutir las cuestiones financieras con un
persuasivo mercuriano. Si usted se anima al jueguecito, adelante. Pero
puede ser que termine el partido prometiéndole una remuneración semanal
que alcanzaría para pagar durante un año a un par de Virgos o de
Cangrejos.
Si tiene empleados mercurianos,
más de una vez andará por los pasillos pisando corazones destrozados.
Uno o dos flirteos por mes, y una manera bastante versátil de cambiar de
opinión constituyen el comportamiento estándar de Géminis, hasta que
madure. A menos que su carta natal indique una naturaleza más estable,
muchos Géminis tienen un aire de juvenil irresponsabilidad. Mentalmente,
tienen un millón de años por lo menos, pero sus emociones son las de la
adolescencia... y su aspecto también.
La verdad es que a Géminis,
como a Peter Pan, le enferma crecer. Y, como Peter, necesita una Wendy
tan vivaz como él para que le entienda y le deje ir y venir a su gusto.
Si usted es de los jefes a quienes les gusta hacer el papel de Cupido en
la oficina, no le presente mas que chicas de ese tipo, porque si no, no
pasará mucho tiempo antes de que tenga usted que adelantarle dinero
para pagar los alimentos.
¿Quiere dar verdadero impulso a
su oficina? Ponga juntos en un despacho a un Aries y a un Géminis para
que estudien un proyecto nuevo. Después, llénese de algodón los oídos
para protegerse los tímpanos de un ruido como el de cien máquinas de
sumar y doscientos teletipos que marcharán al mismo tiempo. Quédese
cerca, con una red grande y resistente para atrapar todos los globos
rosados que empezarán a volar por el aire, lléveselos a su despacho y,
antes de pincharlos con un alfiler, estúdielos cuidadosamente. Es
probable que alguno de ellos contenga una idea de un millón de dólares.
.
.
.
.